Quim Torra reniega del autonomismo para lograr el lunes el apoyo de la CUP

  • Habla de presos políticos, ataca al Estado por impedir la democracia en Cataluña e insiste en la independencia.
Quim Torra durante su intervención
Quim Torra durante su intervención

Quim Torra, el dedazo de Puigdemont  tendrá que esperar al lunes para ser para presidir la Generalitat si la CUP así lo quiere. Logró, como estaba previsto, 66 votos a favor, 65 en contra y 4 abstenciones. 

Torra ofreció tender la mano del diálogo al Gobierno, no sin antes asegurar que apostará por la independencia votada el 1-O, para lo que iniciará un proceso constituyente desde abajo. Es decir, los catalanes serán lo quieran ser... o lo que quieran los independentistas que sean porque para Torra en Cataluña no hay democracia, hay presos y hay persecución

Lo que sí hay en Cataluña es un grupo, la CUP, del que depende hoy el Govern y que ha dejado claras sus líneas rojas: nada de un gobierno autonomista y nada de legalidad. Y mucha calle movilizada para proclamar la república. Así que Torra tuvo que decir finalmente eso de que su Govern "no hará autonomismo", porque después de lo ocurrido el pasado 1 de octubre solo es posible, a su juicio, "mirar hacia la república". No solo eso. Ante las críticas por hablar en nombre de toda Cataluña, Torra acabó defendiendo un referéndum de autodeterminación para constatar que el independentismo tiene "mayoría social" en Cataluña.

Torra, como se esperaba, no fue investido en la votación de este sábado porque JxCat y ERC no tienen la mayoría absoluta de 68 diputados necesaria para ello -tienen 66-, y la CUP decidió abstenerse, pero el lunes se celebrará una segunda votación en la que ya podría lograrlo porque solo necesita más votos a favor que en contra (mayoría simple). Será este domingo cuando la CUP decida el sentido de su voto.

El discurso de Torra se pareció poco a uno de investidura porque el independentismo lo inundó todo y el mensaje iba dirigido a la CUP. No se habló de proyecto económico, ni de los problemas de los ciudadanos, ni de medidas de Gobierno (salvo la comisión para investigar el artículo 155) para lo que se refirió a las medidas que Turull anunció en su investidura fallida.

Torra empezó recordando a los presos y exiliados. "Yo no debería estar aquí, ni debería estar haciendo este discurso, debería estar el president legítimo Puigdemont. Y los presos y exiliados deberían estar libres con sus familias. Están privados de libertad sin sentencia vulnerando los derechos más elementales". Directo al grano. Torra recordó a todos y cada uno de los presos y exiliados del procés. "Nunca nos cansaremos de recordarles ni de luchar por su libertad", ha sentenciado, provocando el aplauso de una parte de la bancada del Parlament, la independentista. 

"Nuestro presidente es Puigdemont así que seremos fieles al 1-O. Seguiremos trabajando para crear una República. La mejor manera de lograr nuestros propósitos es lograr gobierno y acabar con el 155". No se andó por las ramas Torra que dejó claro que  "toda política que no hagamos nosotros será hecha contra nosotros".

Y persistió en el argumento de su mentor, es decir, que "en Cataluña la democracia está en entredicho, tiene criminalizado su derecho a la autodeterminación, y vive con todos sus derechos amenazados. Nada será normal en nuestra casa hasta que recuperemos la democracia", destacó. La diatriba de Torra acabó con una amenaza velada: "Persistiremos, insistiremos e investiremos a Puigdemont" ha sido el mensaje del candidato. Nada nuevo pues sino una vuelta de tuerca más al discurso de Puigdemont desde Europa.

Torra ha dado por hecho que el 155 será eliminado en cuanto haya Govern porque considera que no habrá motivos para mantenerlo en vigor, pese a que siga apostando por la independencia. Ha justificado todo por la excepcionalidad, provisionalidad, y la responsablidad para formar gobierno. Eso sí, después de la diatriba Torra ha hablado de diálogo. Tampoco faltó la crítica al Rey: "Majestad, así no". No se olvida la defensa de Felipe VI a la legalidad sin dar resquicio al diálogo.

Torra hizo parte de su discurso en inglés para pedir ayuda a Europa para lograr ayuda en sus propósitos porque la realidad en Cataluña, en su opinión, no es sostenible. Habló Torra en castellano, pese a denigrarlo en twitter, y citó a García Márquez. No faltó la cursilería de rigor y tampoco el recuerdo a unos presos que reciben "medio millón de cartas" de solidaridad. Habló Torra de represión, autoritarismo y exigió volver a la vida. El candidato a ser president habló de la República, de poner en marcha un proceso constituyente y pidió un debate nacional catalán de país. "Diseñemos desde cero el país en el que queremos vivir y hagámoslo radicalmente. Un país que aspira a tanto que lo quiere todo". 

El candidato habló de construir un país lo más radical posible y criticó a los que tienen miedo a ello. Y llamó a hacerlo desde abajo, desde el pueblo. Torra dejó claro que el país se pondrá a prueba cuando se pongan en marcha los juicios contra los compañeros presos y exiliados, "y estar a a su altura". 

Torra creará un comisionado para evaluar el artículo 155 y los daños que ha causado al país, en lo que fue una de las pocas medidas concretas de su alocución. "Retiraremos la demanda contra los propulsores del 9N" es otra de las iniciativas que ya ha anunciado el candidato si llega a president, aunque sea provisional. El objetivo es no pagar los 5 millones de euros destinados a organizar un referéndum ilegal. Un apoyo expreso a Artur Mas. El candidato señaló al Estado español como el causante del deterioro de la situación de Cataluña y del frenazo de su progreso. Criticó también al PSC, aunque Iceta se mostró conciliador, y le animó a apoyar el derecho de autodeterminación.

Puigdemont habla de discurso brillante e inmejorable 

Torra, pues, que se consideró un president provisional en caso de ser elegido no defraudó las expectativas de Puigdemont. De hecho, el expresidente de la Generalitat tardó escasos minutos en calificar el discurso de su candidato como "brillante" e "inmejorable". 

A través de Twitter y desde Berlín (Alemania), Puigdemont aseguró que la alocución de Torra ha sido "un gran discurso" y "muy bien expresado", con "pasajes excelsos que dan toda la dimensión histórica que requiere el momento excepcional que vive Cataluña".

"Responsabilidad y confianza, por la libertad y la república", ha señalado en el tuit Puigdemont desde Berlín (Alemania), pendiente de una eurorden.

El candidato lanzó el mismo mensaje en el que Puigdemont lleva insistiendo meses: una llamada al pueblo catalán para construir un proceso constituyente de abajo arriba y a no olvidar a los exiliados y presos. 

Para dejar claro quién manda, Puigdemont ha dejado claro en el diario italiano 'La Stampa' que Torra es un hombre de paja y ha amenazado con la posibilidad de convocar elecciones a partir del 27 de octubre (Torra) si el gobierno español continúa con la persecución. Es decir, un Govern de cinco meses.

Preñado de simbología Torra habló de diálogo pero su discurso deja claro que en Cataluña va a seguir la confrontación... aunque el lunes ya tenga un president que ya se califica a sí mismo de provisional y que irritó sobremanera a los no independentistas, en especial a Arrimadas, al no pedir disculpas por sus tuits y publicaciones. De hecho se permitió bromear sobre ello. Cataluña no sale del bucle.

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