Rajoy repite estrategia y no enseña todas sus cartas

  • Al líder del PP se le vio ayer seguro, confiado, habló como un hombre de Estado??, pero no concretó. Aún no sabemos cómo va a ser su reforma laboral, ni financiera ni la de educación. Lo que sí quedó claro es que subirán las pensiones, habrá menos puentes y tendremos que jubilarnos a los 67 años. Pero poco más. Y en su 'cara a cara' con Rubalcaba hizo como en el debate en televisión, no entrar al trapo.
Beatriz Toribio / Creu Ibáñez

Mariano Rajoy se expresó ayer en estado gallego puro. 'Ni si, ni no, ni todo lo contrario'. Si un parado siguió este lunes el debate de investidura en el Congreso quizás pudo intuir lo que Rajoy quiere hacer, pero no cómo lo va a hacer.

Por ejemplo. El empleo volvió a ser el centro de su discurso. Pero si a ese parado le preguntáramos qué dijo este lunes Rajoy sobre los planes que tiene el futuro presidente para que él consiga un trabajo, seguro que no podría contestar.

Y es que Rajoy destacó varias veces que quiere una reforma laboral, pero no cómo la quiere. Dijo que debe estar lista para el primer trimestre de 2012, pero poco más salvo alguna medida que ya había anunciado: bonificaciones para la contratación de jóvenes en su primer empleo, la prevalencia del convenio empresarial sobre del sector, etc..

Lo demás, generalidades: que si igualdad salarial, que si conciliación o que si acabar con los puentes y trasladar a los lunes las fiestas, salvo "aquellas fechas de mayor arraigo social". Poco más.

¿Es eso la reforma laboral de calado que le pide la Unión Europea? Sin duda al líder del PP le queda aún mucho por explicar si quiere convencer a sus colegas europeos.

Nada sobre el 'banco malo'

En la reforma bancaria, más de lo mismo. Dice que quiere una reforma del sistema para dentro de seis meses, pero nada más. Habló de fusiones, pero no de cuáles ni cómo acometerlas. Y aunque vino a decir que no quiere un 'banco malo', tampoco fue muy esplícito al respecto.

Un 'banco malo' es una entidad que se 'come' todos los activos 'tóxicos' –es decir, activos inmobiliarios- del resto de entidades y los va vendiendo. Y habló de reformar el sistema de supervisión del Banco de España, pero tampoco concretó cómo.

Donde sí concretó algo más es en su reforma sobre la Educación: habrá un bachillerato de tres años, reforma de la formación profesional y extensión del bilingüismo inglés-español a todo el sistema educativo.

Nada sobre los funcionarios, terrorismo o Ley Sinde

Tampoco le debió quedar muy claro a los funcionarios qué va a pasar con ellos. ¿Se les seguirá congelando el sueldo? 'Ni si, ni no ni todo lo contrario'. El presidente electo no concretó nada a este respecto.

Lo que sí dijo es que "la tasa de reposición" de los funcionarios, "cero". Hablando en plata, que los opositores se vayan preparando porque habrá pocas convocatorias.

Dos meses después de que la banda terrorista ETA anunciara el cese de la actividad armada, Rajoy no dedicó ni unos minutos al terrorismo. Solo tuvo unas palabras de recuerdo a las víctimas. El presidente electo ha preferido pasar por encima de la estrategia a seguir con la banda terrorista. ¿Qué pasos dará el nuevo Gobierno?  Habrá que esperar para saberlo.

También olvidó hablar de la Ley Sinde, pendiente aún de aprobar el reglamento que complementa esta norma antidescargas. Aunque el PP y CiU respaldaron esta iniciativa del PSOE, por ahora nada se concreta.

La misma estrategia que en el debate

La de no concretar demasiado es la misma estrategia que utilizó el líder del PP en el debate electoral en televisión y que tan buen resultado le dio. Aquel día, su oponente –Alfredo Pérez Rubalcaba– trató una y otra vez de demostrar que el PP no tiene programa y que no concreta sus medidas.

En el debate de ayer, Rubalcaba repitió estrategia y Rajoy también. El socialista trató de acorralarle en más de una ocasión y el 'popular' supo desviar el tiro.

Además, fue inteligente y se guardó algunas balas para el 'cara a cara' con Rubalcaba. Como era de esperar, éste le preguntó si pensaba cambiar la reforma de las pensiones y la edad de jubilación, ya que el PP votó en contra de aumentarla a los 67 años.

Y Rajoy concretó: 'no la voy a cambiar porque tengo que respetar todos los compromisos del señor Zapatero ante la UE'. Dejó sin palabras al portavoz socialista, quien reconoció que es "un buen argumento" aunque no se lo cree.

Y la otra bala, eran los impuestos. El PP se opuso a la subida del IVA en la pasada legislatura. Rubalcaba le preguntó una y otra vez qué va a hacer el futuro presidente para obtener más ingresos. 'Concrete, señor Rajoy' dijo Rubalcaba. Y Rajoy concretó dejando sin argumentos a su oponente: "No subiré los impuestos".

Rodeado por todos

Rajoy salió airoso de este 'primer round'.  A un hombre tan familiar como él, le ayudó ver en la tribuna a su mujer –Elvira Fernández, a sus hermanos y a buena parte de los 'barones' del PP: María Dolores de Cospedal ( Castilla La Mancha), José Antonio Monago (Extremadura), Luisa Fernanda Rudi (Aragón) o incluso su más acérrima enemiga: Esperanza Aguirre (Madrid), entre muchos otros.

Hoy le toca el segundo 'round', mucho más fácil. Y después la votación. Entonces podrá respirar tranquilo. Pero por poco tiempo, porque el jueves ya tendrá que concretar: tendrá que anunciar cuál es su equipo de Gobierno. Y a partir del viernes, a concretar las medidas.

 

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