¿Regeneración? Las candidaturas del bipartidismo al Senado dicen lo contrario

El Senado que resulte de los próximos comicios será sin duda atípico. Los escaños antes ocupados casi en exclusiva por el bipartidismo se repartirán entre estos y los partidos emergentes. Políticos que bajarán la media de edad de una Cámara siempre en el punto de mira por su operatividad, y, en la inmensa mayoría de los casos, recién llegados a la política.¿Quieres saber cuántos años llevan sus 'señorías' en política? Pincha aquíPese a los intentos-aparentes o reales- de regeneración de un bipartidismo cuestionado por estas formaciones, Podemos y Ciudadanos, los gestos de la vieja política se revelan claramente en esta Cámara. Del análisis de los candidatos de ambos partidos para el Senado, publicados este martes en el BOE, se desprende un perfil claro: hombre que inició su andadura como regidor en su pueblo natal, cargo en el que permaneció durante dos legislaturas como media, y también en la inmensa mayoría de los casos, con acumulación de cargos orgánicos posteriores y 'pluriempleado'. La realidad, por tanto, es que el Senado volverá a ser un reducto para los denominados "políticos profesionales", aquellos que han hecho de la actividad política su medio de vida durante años.Que estos nuevos partidos apuesten por candidatos casi 'novatos' en política es una excepción. En este aspecto, los ejemplos de regeneración son escasísimos: Grácia Mercadal, de 30 años, y candidata socialista por Menorca es uno de ellos. Sin apenas trayectoria política, Mercadal llegará al Senado tras haber sido número cinco en la lista municipal del pasado 24-M y, antes, directora del centro de artes plásticas de la ciudad.Córdoba es otra de esas 'rara avis'. En este caso, tanto los candidatos del PP como del PSOE rebajan la media de edad y aportan frescura a la Cámara. Los populares apuestan en esta provincia por Beatriz Jurado, presidenta de Nuevas Generaciones, mientras que los socialistas han optado por José Manuel Mármol, secretario local de las Juventudes en el ayuntamiento de Priego.Los tres compartirán una Cámara en la que la mayoría de candidatos ya ocuparon escaño la pasada legislatura, o bien fueron diputados en el Congreso, y cuya hoja de vida laboral suma más de 15 años en la política.Así, por ejemplo Asturias aporta dos expresidentes autonómicos, ambos senadores. Vicente Álvarez Areces (PSOE) y Ovidio Sánchez (PP), éste último, senador desde 1996. Existen candidatos históricos como el extremeño Juan Andrés Tovar, socialista, con 32 años como concejal en el Ayuntamiento de Casar, y 16 como alcalde. O como el propio presidente, Pio García Escudero. Senador desde 1995, fue además diputado en la Asamblea de Madrid durante doce años, entre otros cargos.Otros candidatos están 'pluriempleados'. Jesús Martín, ya senador, revalidó este año como alcalde socialista de Valdepeñas por cuarta vez consecutiva. Un rasgo que comparten otros socialistas. Manuel Guerra, candidato del PSOE por Huelva, es regidor en Aracena desde hace 20 años y Félix Montes, por Segovia, lo fue durante cuatro legislaturas del Real Sitio de San Ildefonso. Juan José Imbroda, presidente de Melilla (PP), también repite. José Luis Sanz Ruiz, candidato por Sevilla, es además presidente del PP regional desde 2007.Algunos se conocen a la perfección la Cámara. El 'popular' Pedro Pérez, candidato por Murcia, lleva cuatro legislaturas como senador. Antes, fue cuatro años diputado de la Asamblea Regional y alcalde de San Pedro del Pinatar, dieciséis. Pedro Agramunt, compañero de partido y candidato por Valencia, lleva en el escaño desde el 93.El 'trasvase' entre Cámaras también existe. Gonzalo Robles, secretario Cooperación al Desarrollo, lleva como diputado desde el 2004 y antes lo fue otros diez años, entre 1986 y 1996. También del PP, José Cruz Pérez, lleva doce años en la Cámara baja y ya fue otros siete senador.Ello, sin contar con el paso por los parlamentos regionales. Emilio Álvarez, del PSOE de Valladolid, diputado territorial durante doce años, Gabino Puche, diputado nacional desde 1993, y antes parlamentario andaluz durante once años...El Senado se utiliza también para volver a primera línea. Paula Prado, exportavoz de la Xunta de Galicia, dimitió el año pasado al ser investigada en el marco de la Operación Pokémon y es candidata por A Coruña después de que el juez determinase que no existió implicación. La mayor polémica está en la elección de Juan Pablo Sánchez (PP), subdelegado de Gobierno en Guadalajara y acusado de varios delitos de prevaricación durante su mandato como alcalde de Pastrana, según recordó el PSOE provincial. Según Sánchez Seco, las denuncias están ya archivadas.La reforma pendienteTres años lleva el Senado debatiendo sobre sí mismo, su estructura y sus funciones, sin que en la práctica existan conclusiones ni acuerdos. La reforma de la Cámara alta logró en 2012 una de las pocas coincidencias entre populares y socialistas: que cambiarla era necesaria. Prácticamente, ahí se quedó el asunto y la legislatura finalizará sin que se haya modificado un ápice ni de su composición ni de su efectividad, siempre cuestionada.El debate sobre si resulta operativo mantener este órgano lleva años sembrando las discusiones políticas. Ni a PP ni a PSOE les gusta como está, pero la solución que plantean ambos es limitada. Los populares admiten una reforma poco drástica, recogida por la Constitución, para afinar sus funciones territoriales. Los socialistas ahondan en esa idea-siempre partiendo de su defensa de la España federal- y dan un paso más. Trasladarlo a Barcelona.Entre los emergentes, las posturas difieren y sólo Ciudadanos se ha mostrado dispuesto a cerrarlo. Podemos, por su parte, insiste en su estrategia de moderación y descarta su supresión, aunque sí plantea convertirlo en un órgano de representación autonómico en lugar de provincial y en rebajar su presupuesto, este año en 52 millones de euros.La dotación ha permanecido congelada en los últimos años y es un 14% inferior, por ejemplo, a 2009. Pero aún así, alimenta el debate sobre su operatividad real.La consideración de que el órgano territorial es más bien un "cementerio de elefantes" en el que los partidos 'colocan' a sus políticos más longevos es desde hace años un reproche mutuo entre PP y PSOE. La penúltima polémica la incorporación al grupo parlamentario popular del Senado de cinco expresidentes derrotados el 24-M: Pedro Sanz (La Rioja), Luisa Fernanda Rudi (Aragón), Alberto Fabra (Comunidad Valenciana), José Ramón Bauzá (Baleares) y Rita Barberá (Valencia).