Renfe compra kits de detección de drogas para controles sorpresa a maquinistas

  • El protocolo de la empresa pública indica que a todos los conductores se les tiene que hacer un control de drogas y alcohol en caso de incidente.
Tren de Renfe.
Tren de Renfe.

Renfe quiere cero alcohol y drogas en los conductores que manejan los centenares de trenes que circulan cada minuto por las vías de nuestro país. Así, la empresa pública dependiente del Ministerio de Fomento acaba de destinar una partida de 43.000 euros para adquirir los sistemas necesarios que permitan realizar estos necesarios controles a los responsables de sus servicios. 

Se trata de un contrato de 20.800 euros destinado al suministro de kits para la detección de drogas  y otro de 23.086,22 euros para el servicio de mantenimiento de los alcoholímetros modelos 6510, 6810, 6820, 7110 y 7410 que ya tiene a su disposición Renfe pero que necesitan ser actualizados, según la información facilitada por el operador ferroviario en la Plataforma de Contrataciones del Estado. 

El conductor del Alvia accidentado cerca de Santiago de Compostela en 2013 fue sometido a uno de estos controles de drogas y alcohol tras el accidente. El resultado de aquel examen fue negativo. Lo que Renfe pretende es que nunca se pueda dar un test positivo en un accidente o en cualquier situación. Renfe habla de que se trata de "inspecciones rutinarias" a sus conductores y personal de circulación, según indican fuentes de la compañía, si bien se lo toman como una de las cuestiones más serias dentro de la compañía.

La gran mayoría de los controles se realiza sin previo aviso antes de los servicios, pero también se pueden hacer después de una incidencia. Por ejemplo, en caso de que un tren se salte un semáforo en rojo, el protocolo ferroviario obliga a retirar de la circulación de manera cautelar al maquinista y someterle al preceptivo análisis de alcohol y drogas. Su servicio es cubierto por un conductor sustituto y, en caso de no encontrarlo, los pasajeros continuarían su trayecto en autobús. 

La Ley 38/2015, de 29 de septiembre, del sector ferroviario es contundente en relación al consumo de alcohol y drogas de sus maquinistas. En el artículo 69 se puede leer que "el personal ferroviario que realice actividades con repercusión sobre la seguridad en la circulación ferroviaria no podrá realizarlas cuando se encuentre con tasas de alcohol superiores a las que reglamentariamente se establezcan, o con presencia en el organismo de medicamentos o sustancias que perturben o disminuyan sus facultades psicofísicas". Añaden la obligatoriedad de sus trabajadores a "someterse a las pruebas para la detección de alcohol o sustancias psicoactivas en el organismo". La responsabilidad por estas infracciones se exigirá directamente al personal implicado.

Renfe convocó en 2017 un curso de conducción para formar a 250 nuevos maquinistas a los que se les insistió, durante su formación de que la estrategia de 'cero alcohol y drogas' durante el desempeño de su puesto de trabajo. De hecho, en la Ley ferroviaria viene recogida la obligatoriedad de que durante este curso se ofrezca a los alumnos información sobre las consecuencias del consumo de este tipo de sustancias. 

Hay que recordar que Renfe se está preparando para la apertura del mercado de transporte de viajeros en tren a la competencia, prevista para 2020, cuando la operadora deberá empezar a competir con otras firmas en trayectos de Alta Velocidad (AVE) y Larga Distancia.

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