Retirados de la calle 104 consumidores de crac en favelas ocupadas de Río

  • Al menos 104 consumidores de crac que dormían en las calles fueron trasladados a albergues públicos por asistentes sociales de las favelas ocupadas hoy por la policía en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, según fuentes oficiales.

Río de Janeiro, 14 oct.- Al menos 104 consumidores de crac que dormían en las calles fueron trasladados a albergues públicos por asistentes sociales de las favelas ocupadas hoy por la policía en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, según fuentes oficiales.

En el complejo de favelas de Manguinhos y en la vecina barriada pobre de Jacarezinho, ocupadas hoy por cerca de 1.500 policías y militares con el apoyo de blindados de la Marina, funcionaban enormes locales de venta y consumo de crac al aire libre.

Estos "cracódromos", como son conocidas las plazas en que los usuarios consumen la droga, mendigan y duermen, se han convertido en un gran desafío para las autoridades sanitarias debido a que el crac, un derivado de la cocaína, tiene un elevado poder destructivo.

Los agentes de la secretaría municipal de Asistencia Social entraron a las favelas después de que la policía y los militares las ocuparan sin ninguna resistencia para retirar de las calles a los dependientes de la droga dejados atrás por sus otrora abastecedores, que huyeron antes de la operación de las fuerzas públicas.

Según la secretaría de Asistencia Social, entre los 104 dependientes conducidos a albergues públicos había 15 menores de edad.

La secretaria de Asistencia Pública, Fátima Nascimento, explicó que las personas retiradas de las calles serán beneficiadas con los tratamientos de desintoxicación que la alcaldía carioca ofrece desde abril pasado, por los cuales serán "sometidos a una evaluación social y psicológica".

"La legislación nos impide obligar a los adultos a someterse al tratamiento de rehabilitación pero quienes aceptan son conducidos a una clínica pública especializada", agregó.

Las favelas de Manguinhos, Jacarezinho, Varginha y Mandela fueron ocupadas en una rápida intervención, que no dejó víctimas ni heridos debido a que los narcotraficantes, que al parecer huyeron la víspera, no opusieron resistencia.

Estas favelas vecinas en la zona norte de Río de Janeiro se convirtieron en reducto de la banda criminal Comando Vermelho (Comando Rojo) tras la ocupación hace dos años del Complexo do Alemao, un conjunto de barriadas próximo y que durante décadas fue el mayor fortín de esa organización.

Al parecer, como ocurrió en otras ocupaciones similares que son anunciadas previamente, los pistoleros huyeron antes del ingreso de las fuerzas de seguridad pública hacia favelas que aún son dominadas por secuaces.

El gobierno regional de Río de Janeiro pretende instalar en las favelas recuperadas este domingo Unidades de Policía Pacificadora (UPP), como son conocidos los cuartelillos permanentes con que las autoridades están recuperando áreas antes dominadas por grupos criminales.

Esa instalación forma parte de una exitosa política de seguridad pública iniciada por el gobierno de Río de Janeiro en 2008 para expulsar a las bandas de narcotraficantes de las favelas de la ciudad antes de los Juegos Olímpicos que la ciudad organizará en 2016.

Esta política, que ha reducido significativamente los índices de violencia y criminalidad, ha sido considerada como modelo para otros países de la región por organizaciones multilaterales.

Hasta el momento la policía ha instalado sus cuartelillos en 28 favelas o conjuntos de barriadas pobres, incluyendo el Complexo do Alemao, que era el principal fortín del Comando Vermelho, la mayor organización criminal de Río de Janeiro, y la Rocinha, la mayor favela de Brasil.

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