Retiran cargos contra princesa saudí acusada de tráfico de personas en EE.UU.

Washington, 20 sep.- La princesa saudí Meshael Alayban, acusada de tráfico de personas en un tribunal de California (EE.UU), quedó hoy libre después de que la acusación en el caso retirara los cargos en su contra, informó la cadena de televisión CNN.

El fiscal encargado del caso, Tony Rackauckas, pidió al tribunal desestimar la causa contra Alayban tras determinar en una investigación que una empleada doméstica de la princesa no estaba retenida en contra de su voluntad, como se creía.

Alayban, de 42 años, fue acusada de tráfico de personas en julio, después de que su empleada doméstica, de 30 años, denunciara que no se le permitía abandonar la residencia de la princesa saudí en Irvine (California).

Pese a la acusación pendiente, Alayban fue liberada en julio a la espera del juicio, después de que el consulado saudí pagara una fianza de 5 millones de dólares.

"Llegados a este punto, las pruebas indican muy rotundamente que la (empleada doméstica) no fue en realidad víctima de tráfico de personas, así que había que desestimar este caso", dijo Rackauckas a periodistas.

La empleada doméstica, de origen keniano, acusó a Alayban de pagarle sólo 220 dólares al mes cuando le había prometido 1.600, de negarle cuidados médicos y de haber confiscado su pasaporte.

No obstante, la investigación posterior de la fiscalía reveló que "los términos originales de su contrato no eran los que ella había descrito", y que "sí recibía cuidados médicos", indicó Rackauckas.

"Realmente no había una restricción de sus movimientos y su libertad de ir y venir, como ella ciertamente creía", agregó.

El fiscal aseguró que no cree que la empleada doméstica mintiera, sino que había "muchos malentendidos y confusión" en su relación con la princesa saudí.

Uno de los abogados de Alayban, Paul Meyer, se mostró aliviado por la libertad de su cliente y "satisfecho de que se haya demostrado que la princesa es inocente".

Alayban, que supuestamente es una de las seis mujeres de uno de los hijos de la familia real saudí, Abdulramán bin Nasser, se instaló en California en mayo junto a un total de cinco empleados domésticos.