Revelan poderes del príncipe Carlos para aprobar proyectos de ley

  • El Gobierno británico se ha visto obligado a recurrir al príncipe Carlos de Inglaterra para que éste apruebe al menos una docena de proyectos de ley en virtud de una prerrogativa real, informa hoy el diario "The Guardian".

Londres, 31 oct.- El Gobierno británico se ha visto obligado a recurrir al príncipe Carlos de Inglaterra para que éste apruebe al menos una docena de proyectos de ley en virtud de una prerrogativa real, informa hoy el diario "The Guardian".

Este rotativo llevó a cabo una investigación acerca de la existencia de una laguna constitucional que confiere al heredero a la Corona británica el derecho de veto en aquellos proyectos que puedan tener un impacto en sus intereses personales.

Desde 2005, ministros de seis carteras diferentes han tenido que buscar el consentimiento del príncipe de Gales a la hora de redactar proyectos de ley relacionados con asuntos como la seguridad vial o temas relacionados con los Juegos Olímpicos de Londres de 2012.

A diferencia de la sanción que da la reina Isabel II de Inglaterra a los proyectos de ley aprobados, los poderes que tiene el príncipe Carlos se aplican cuando esos pueden interferir en sus propios intereses.

En particular, según este rotativo, cuando afectan al Ducado de Cornualles, una zona privada valorada en 700 millones de libras (unos 800 millones de euros) que el pasado año le reportó ingresos de 18 millones de libras (20 millones de euros).

Ni el Ejecutivo británico ni Clarence House -la residencia oficial de Carlos de Inglaterra- han revelado cuáles son las alteraciones en la legislación que ha solicitado el príncipe.

Este rotativo tuvo acceso a una carta remitida por un ministro a la oficina del príncipe en la que solicita su consentimiento a un nuevo proyecto de ley sobre planes urbanísticos en la que hace referencia a "los intereses privados del príncipe de Gales".

Según el diputado liberaldemócrata de la circunscripción de St Ives en Cornualles, Andrew George, "si el príncipe va a vivir como un igual en un Reino Unido moderno, cualquiera que disfrute de una influencia excepcional o de veto debería ejercerlo con completa transparencia".

Este diputado también señala al citado diario que "la mayoría de la gente se sorprenderá al enterarse de que parece que (el príncipe) tiene poderes efectivos de veto sobre el Gobierno".

"The Guardian" indica que estas revelaciones surgen en medio de la preocupación a que el primogénito de Isabel II pueda sobrepasar sus tareas constitucionales al presionar a los ministros de forma directa o mediante sus organizaciones benéficas.

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