Revilla se marca como objetivo lograr dos diputados y un senador como mínimo

Santander.- El Partido Regionalista de Cantabria (PRC) que lidera Miguel Ángel Revilla dará el salto a la política nacional en las elecciones del 20 de noviembre con el objetivo de lograr, "como mínimo", dos diputados y un senador, aunque aún no ha decidido los nombres que irán en sus listas.

"Tengo la intuición de que vamos a tener un gran resultado", ha afirmado hoy, en rueda de prensa, Revilla, quien no ha desvelado, pese a la insistencia de los periodistas, si será candidato en las generales.

El secretario general del PRC se ha remitido a la decisión que adoptará el partido en la primera semana de septiembre, pero ha subrayado que serán candidatos "solventes y con carisma".

El PRC concurrirá a las elecciones junto a formaciones de otras comunidades autónomas o provincias, que se presentarán "bajo el paraguas" de los regionalistas cántabros.

Aunque el anticipo electoral no le deja mucho margen para cerrar alianzas, según ha reconocido Revilla, confía en que fructifiquen los contactos que ha iniciado en Asturias, Palencia y La Rioja.

Y cuando se le ha preguntado por un posible acuerdo con el Foro por Asturias de Francisco Álvarez Cascos ha sido contundente: "ni se me ha pasado por la cabeza", ha dicho.

La decisión fue adoptada por unanimidad en noviembre, en el último congreso regional del partido, ha recordado el expresidente, quien ha hecho hincapié en que el PRC no se presenta a los comicios porque haya perdido las autonómicas sino porque es un mandato de sus militantes.

El objetivo no es sólo defender los intereses de la comunidad autónoma, sino reclamar justicia, equilibrio y solidaridad entre todos los territorios y que el voto nacionalista no condicione los presupuestos "de forma muy negativa" para el resto de las comunidades.

La defensa de las inversiones en infraestructuras, la lucha contra la corrupción, la necesidad de reformar la ley electoral y la unidad de España son el resto de sus prioridades.

No será la primera vez que el PRC concurra a unas generales, porque ya fue una opción para los votantes en dos ocasiones: en 1979, cuando sólo presentó candidatos al Senado, y en 1983, con listas para las dos Cámaras, en la etapa que Revilla ha calificado como "la del espray y la brocha".