Roca declara sobre los sobornos cuando el pacto de silencio se ha roto

  • Montserrat Martínez.

Montserrat Martínez.

Málaga, 6 nov.- El exasesor de Urbanismo del Ayuntamiento de Marbella y presunto cerebro del "caso Malaya", Juan Antonio Roca, comienza mañana a declarar en el último bloque del juicio, probablemente el más importante, cuando los pactos de silencio se han roto.

Por ello, mañana puede haber sorpresas, empezando por otro empresario que también quiere llegar a un pacto con Anticorrupción y está dispuesto a reconocer los hechos que le imputa la Fiscalía para obtener una reducción de pena a cambio de inculpar a los principales responsables de la trama.

Fuentes judiciales consultadas por Efe han querido ser cautas y han asegurado que, aunque es cierto que varios procesados estudian posibles pactos y unos están más avanzados que otros, hasta que ellos no lo ratifiquen en el juicio no hay nada cerrado.

Por todo ello, la expectación mediática mañana está asegurada, sobre todo porque se van a dirimir, entre otros delitos, los cohechos que pagaron supuestamente algunos empresarios a Roca para que éste, a su vez, diera parte de los mismos a los concejales.

El interés de los medios de comunicación también se debe al contenido de la declaración de Roca, para comprobar a quién puede acusar y si desvela los entresijos de la moción de censura que desbancó a Julián Muñoz de la Alcaldía de Marbella el 13 de agosto de 2003, entre otras cuestiones.

El exasesor puede sorprender con su declaración, pues él mismo ya advirtió en 2008 ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) de que diría la verdad "con todo lo que ello comporta" en las causas judiciales que tenía pendientes en los siguientes años, entre ellas el "caso Malaya".

Su cambio de estrategia personal de defensa podría deberse, si ocurriera, a un intento de favorecer a familiares que también están sentados en el banquillo de los acusados.

Dichos cambios no siempre han sido apoyados por sus abogados, que en ocasiones se han llegado a oponer a ellos, como en el "caso Urquía", contra la actuación del juez de Marbella Francisco Javier de Urquía, pero él siempre ha tenido la última palabra.

Habrá que esperar hasta mañana, pero lo más importante para las acusaciones es que el silencio se ha roto.

Sólo es cuestión de tiempo comprobar cuántos procesados están dispuestos "a tirar de la manta" para poder beneficiarse de la reducción de sus posibles condenas y multas, algo que intentó incluso el propio Roca antes del comienzo del juicio.

El exasesor de Urbanismo será conducido hasta la Ciudad de la Justicia por las fuerzas de seguridad y es el único de los procesados que continúa encarcelado, aunque no por el "caso Malaya", por el que ya cumplió cuatro años en prisión preventiva, sino por el "caso Saqueo", en relación con el desvío de cerca de 24 millones de euros del Ayuntamiento de Marbella entre 1991 y 1995.

Juan Antonio Roca, que se enfrenta a una petición fiscal de treinta años de cárcel y más de 810 millones de euros de multa, ejercía una posición de "dominio" sobre la corporación municipal de Marbella, según el ministerio público.

Entre los 95 imputados en este proceso hay además de exalcaldes y exconcejales, abogados y empresarios que han estado vinculados a los sectores de la construcción, los toros o el fútbol y el caso supuso en 2006 la disolución de la corporación municipal marbellí.

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