Brasilia, 10 feb.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, celebró hoy una decisión judicial que permitirá que cualquier persona, y no sólo las esposas maltratadas, pueda denunciar penalmente a los maridos violentos.
"Con esa decisión dimos un paso en la construcción de una sociedad en que, de hecho, se avanza en la lucha contra la violencia y contra la discriminación", afirmó Rousseff en el discurso que pronunció en el acto en que le dio posesión a la nueva ministra jefe de la Secretaría de Políticas para las Mujeres, Eleonora Menicucci.
La mandataria hizo referencia a una decisión del jueves del Supremo Tribunal Federal (STF) para aclarar los alcances de la llamada "Ley María da Penha", una severa legislación sancionada en 2006 por Brasil para combatir la violencia doméstica y de género.
Los magistrados del máximo tribunal judicial del país señalaron que dicha ley, que prevé condenas de prisión y no simples multas para los agresores, puede ser aplicada a partir de la denuncia de terceros y no exclusivamente de la víctima.
La decisión permitirá que la Procuraduría se convierta en el denunciante en caso de que, como ocurre en muchas ocasiones, la mujer opte por retirar su acusación.
Según Rousseff, el fallo de la máxima corte fortalece la lucha de las mujeres y elimina las controversias sobre la aplicación de la ley.
"No se puede aceptar hoy que las mujeres sean objeto de cualquier forma de expresión de violencia. La implantación de la 'Ley María da Penha' representa un avance significativo para los derechos de la mujer en el mundo por convertir en crimen cualquier acto de violencia física, moral, patrimonial, psicológica o sexual contra las mujeres", aseguró por su parte la nueva ministra.
Según Menicucci, el Estado aún necesita ofrecer servicios de protección a la mujer más rápidos y accesibles, lo que exige la creación de más juzgados especiales contra la violencia doméstica.
La nueva ministra agregó que igualmente es necesario combatir la diseminación de comportamientos sexistas que aún prevalece en las escuelas, en los programas de televisión, en los servicios básicos y en las relaciones sociales habituales.
En una ceremonia que contó con la presencia de 25 ministros, Rousseff calificó a Menicucci, con la que compartió celda en la década de los setenta, cuando estuvo presa por la dictadura, como una luchadora incansable por los derechos de la mujer.
Menicucci fue compañera de Rousseff en una prisión de Sao Paulo donde estuvo encarcelada entre 1970 y 1972 por su pertenencia a grupos armados de oposición a la dictadura militar.
"Eleonora va a integrar el Gobierno más femenino en la historia del país no sólo porque hay una mujer en la Presidencia y diez mujeres ministras sino porque reconoce la importancia de la mujer y sus derechos en la sociedad", afirmó la presidenta.
Menicucci sustituyó como ministra a Iriny Lopes, que renunció para presentarse como candidata a la alcaldía de la ciudad de Vitoria en las elecciones municipales de octubre próximo.
La nueva ministra es profesora y socióloga, y dirige el núcleo de estudios de Salud de la Mujer y Relaciones de Género de la Universidad Federal de Sao Paulo.
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