Rubalcaba ¿Fénix?

  • La derrota electoral del pasado 20 de noviembre habría supuesto el final político para muchos dirigentes de los partidos, pero Alfredo Pérez Rubalcaba, un superviviente nato, ha asomado la cabeza y quiere dar la batalla para convertirse en el líder del PSOE.

José Miguel Blanco

Madrid, 27 dic.- La derrota electoral del pasado 20 de noviembre habría supuesto el final político para muchos dirigentes de los partidos, pero Alfredo Pérez Rubalcaba, un superviviente nato, ha asomado la cabeza y quiere dar la batalla para convertirse en el líder del PSOE.

En los últimos meses, algunas veces muy a su pesar, ha tenido que compartir el liderazgo socialista con José Luis Rodríguez Zapatero, pero una vez que el expresidente ya no esté en el organigrama socialista, él quiere ser el que encabece la remontada.

Nadie en el seno del PSOE dudaba de que iba a dar el paso y de que se enfrentaría a quien también se da por hecho que va a estar en esa carrera, la exministra Carme Chacón.

Pero ha querido hablar, si no con todos, sí con bastantes de los que van a tener algo que decir en el Congreso de Sevilla de los días 3 a 5 de febrero. Y tienen que decir, entre otras cosas, si le quieren a él.

Por eso se ha guardado el anuncio de su candidatura hasta que ha conversado personalmente y en su feudo con la cabeza visible de la federación con más peso, el andaluz José Antonio Griñán.

No ha querido dejar cabos sueltos, se ha asegurado apoyos y está dispuesto a dejarse la piel, según fuentes de su entorno, para convertirse, pese a su largo pasado, en la esperanza de futuro del PSOE.

Es consciente de que no tiene asegurada la victoria, de que Chacón va a ser dura de roer y de que no puede descartarse que haya un tercer candidato.

Pero sobre la base de la vieja guardia socialista y con el apoyo de algunos jóvenes dirigentes que le han sido fieles desde hace tiempo, cree que puede hacerse con las riendas de un partido ahora desanimado y en sus horas más bajas.

A la vista de la marcha de la legislatura y del papel que en ella represente el PSOE, algunos dirigentes apuntan la posibilidad de que quien salga elegido secretario general en el Congreso de Sevilla no tiene por qué ser el próximo candidato a la Presidencia del Gobierno.

Para eso queda mucho, toda una legislatura, pero no parece que en la mente de Rubalcaba esté el dejar en manos de otro esa responsabilidad si es que consigue su objetivo en febrero.

El PSOE aspira a que su oposición responsable dé frutos, a que los ciudadanos se den cuenta de que la situación económica no era responsabilidad del Gobierno de Zapatero y a que se empiece a salir del fondo.

"Más abajo no podemos estar", comentaba un diputado socialista en los pasillos del Congreso durante la sesión solemne de apertura de las Cortes, pero otro compañero suyo, andaluz, le hacía notar que las elecciones en su comunidad están a la vuelta de la esquina y el pozo puede ser más profundo.

Pero Rubalcaba está convencido de que se puede salir. Él, cual ave Fénix, ha resurgido de sus cenizas en más de una ocasión y ésta cree que pude ser otra más. Chacón piensa lo mismo pero con otro protagonista: Ella.

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