Rumanía calma a la UE sobre la crisis abierta por destitución del presidente

  • El primer ministro rumano, Victor Ponta, ha viajado hoy a Bruselas para intentar calmar a las autoridades europeas, que han mostrado su preocupación por el proceso de destitución del presidente del país, Traian Basescu, iniciado por el Gobierno.

Bucarest, 11 jul.- El primer ministro rumano, Victor Ponta, ha viajado hoy a Bruselas para intentar calmar a las autoridades europeas, que han mostrado su preocupación por el proceso de destitución del presidente del país, Traian Basescu, iniciado por el Gobierno.

El socialdemócrata Ponta se entrevistará hoy con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y mañana con los presidentes del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.

"Estoy en Bruselas para reunirme con los líderes europeos y explicarles los actuales acontecimientos políticos en Rumanía, para aclarar malentendidos y escuchar sus inquietudes", explica Ponta en un comunicado en el que reafirma su compromiso con los "valores europeos" y el "Estado de derecho".

Los dirigentes comunitarios han manifestado su preocupación, tras los últimos acontecimientos políticos en Rumanía.

Después de triunfar una moción parlamentaria para destituir a Basescu, acusado por el Gobierno de extralimitarse en sus atribuciones y violar la Constitución, Rumanía decidirá en referendo el próximo día 29 sobre la continuidad en el cargo del veterano político conservador.

Para facilitar el triunfo de un "sí" a la destitución, la coalición de Gobierno entre socialdemócratas y liberales rebajó las atribuciones del Tribunal Constitucional para que su opinión en este asunto sea sólo consultiva y no vinculante.

Además, eliminó el quórum del 51 por ciento de participación para que el referéndum sea válido, una modificación que no ha sido aceptada por el Tribunal Constitucional.

El Ejecutivo ha asegurado que respetará la decisión de la corte, como ha exigido hoy la embajada de Estados Unidos en Bucarest, pese a que reduce las posibilidades de revocar a Basescu.

El Gobierno de Ponta se ha defendido de las críticas por cambiar las reglas del juego recordando que fue la anterior mayoría afín a Basescu la que endureció las condiciones para destituir al presidente.

El proceso de destitución de Basescu supone el punto culminante de la guerra abierta entre el conservador Basescu y el socialdemócrata Ponta, que llegó al poder el pasado mayo tras una moción de censura contra un Ejecutivo de derechas cercano al jefe del Estado.

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