Rusia dice que "impaciencia occidental" le obligó a vetar texto sirio en ONU

  • El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, aseguró hoy que su país se vio obligado a vetar la resolución de condena a Siria en el Consejo de Seguridad debido a la "impaciencia occidental" y apuntó que no cree que ese órgano se pronuncie sobre la crisis siria "en un futuro cercano".

Naciones Unidas, 7 feb.- El embajador de Rusia ante la ONU, Vitaly Churkin, aseguró hoy que su país se vio obligado a vetar la resolución de condena a Siria en el Consejo de Seguridad debido a la "impaciencia occidental" y apuntó que no cree que ese órgano se pronuncie sobre la crisis siria "en un futuro cercano".

"Nuestros colegas occidentales se han quejado de nosotros, pero fueron ellos quienes nos decepcionaron con su impaciencia. Se dejaron llevar por la emoción", dijo Churkin ante la prensa en la sede central de la ONU en Nueva York, donde explicó que el sábado se debería haber pospuesto la votación sobre Siria en Naciones Unidas.

Moscú y Pekín ejercieron su derecho a veto en el Consejo de Seguridad el sábado e impidieron que el máximo órgano de decisión de la ONU condenara al régimen de Bachar al Asad, pese a que la resolución que se votó contaba con el respaldo de la Liga Árabe y logró el voto afirmativo de los otros trece miembros del Consejo.

"Lamento que hubiera un veto. Creo que si hubiéramos trabajado dos o tres días más, se hubiera podido adoptar una resolución por consenso en el Consejo de Seguridad hoy o mañana", señaló Churkin, quien defendió que Rusia trata de hacer "lo correcto" en Siria.

El embajador subrayó que, "con más esfuerzo" y si se hubiera hablado de las enmiendas que Moscú trató de incorporar a la resolución el mismo sábado, el Consejo de Seguridad hubiera podido alcanzar "un mensaje muy bueno" que le hubiera dado "un mayor margen de maniobra" al canciller ruso, Serguéi Lavrov.

"Lavrov hace hoy todo lo posible en Damasco para resolver la situación", explicó Churkin en referencia a la reunión entre el responsable ruso de Exteriores y el presidente sirio, Bachar al Asad.

El diplomático aseguró que no espera que el Consejo de Seguridad se pronuncie "en un futuro cercano" sobre la crisis siria, pero en cualquier caso dijo que si el Consejo pudiera hacer "algo serio" sobre Siria, "lo haríamos mañana mismo", aunque no espera que "los colegas occidentales" entiendan ahora las demandas de Moscú.

"Ahora hay que absorber el impacto de la votación en el Consejo de Seguridad", dijo Churkin, quien negó que las relaciones entre rusos y árabes se hayan resentido "sólo por este episodio", y las definió todavía como "sólidas" pese a "quienes tratan con firmeza de dividirnos".

El embajador dedicó, sin embargo, un refrán ruso a quienes en el mundo árabe puedan estar "enfadados" por la postura de Moscú sobre Siria: "No escupan en un pozo cuyo agua necesiten después para beber", dijo.

Las palabras de Churkin recibieron de inmediato la reacción de algunos diplomáticos del Consejo, entre ellos de Estados Unidos, quienes aseguraron que "más tiempo de negociaciones no hubieran cambiado nada" en la postura rusa.

Además, la organización internacional Human Rights Watch (HRW) criticó la "mezcla de explicación y de amenazas veladas" lanzadas por Churkin ante la prensa, según dijo su representante en la ONU, Philippe Bolopion, quien indicó que las palabras del diplomático "no pueden oscurecer lo devastador que ha sido el veto ruso para los sirios que sufren graves abusos de los derechos humanos".

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