Sacerdote español acusado de apoyar a pandillas salvadoreñas recurrirá a CIDH

  • La defensa del sacerdote español Antonio Rodríguez, acusado de apoyar a pandillas salvadoreñas, anunció hoy que apelará la resolución de un juzgado que le dictó prisión preventiva y que pedirá medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y aseguró que el religioso es víctima de "persecución política".

San Salvador, 8 ago.- La defensa del sacerdote español Antonio Rodríguez, acusado de apoyar a pandillas salvadoreñas, anunció hoy que apelará la resolución de un juzgado que le dictó prisión preventiva y que pedirá medidas cautelares a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y aseguró que el religioso es víctima de "persecución política".

"Vamos a apelar" la resolución del Juzgado Especializado de Instrucción B de San Salvador, que el pasado martes ordenó que Rodríguez se mantenga en prisión provisional, dijo en rueda de prensa el abogado del religioso, Nelson Flores.

Aclaró que todavía no podía precisar cuándo y "con qué argumentos" se apelará porque la resolución del juzgado "fue verbal" y la defensa espera que la "entregue por escrito, a ver cómo argumenta esa detención".

"También vamos a pedir medidas cautelares ante la CIDH" en los próximos días y "estamos estudiando la posibilidad de interponer un (recurso de) hábeas corpus (presentación personal) ante la Corte Suprema de Justicia" salvadoreña, agregó.

Flores, así como otra abogada de la defensa, Mónica Pacheco, y el subdirector de la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (FESPAD), Abraham Ábrego, afirmaron en la conferencia de prensa que Rodríguez es víctima de "persecución política" de parte de la Fiscalía General de la República (FGR).

Asimismo, insistieron en que se le respeten al sacerdote español sus derechos al "debido proceso" y a la "presunción de inocencia".

Flores señaló que una supuesta violación procesal es que los delitos de que se acusa a Rodríguez "son conocidos en tribunales comunes, no en tribunales especializados, como lo ha hecho la FGR".

La Fiscalía acusa a Rodríguez, detenido desde el 29 de julio, de los delitos de asociaciones ilícitas, tráfico de influencias e introducción de objetos prohibidos en centros penitenciarios, vinculados directamente con un cabecilla preso de la pandilla Mara 18, Carlos Mojica, alias "El Viejo Lin".

Pacheco agregó que otra supuesta violación procesal es que, a petición de la FRG, el tribunal reprodujo durante la audiencia del martes cinco grabaciones de conversaciones telefónicas que supuestamente incriminan a Rodríguez, lo cual, sostuvo, no corresponde a esa etapa, sino a un juicio.

Flores insistió en que el sacerdote español "no tiene ninguna vinculación con los delitos que se le imputan".

Rodríguez fue detenido como parte de una amplia operación en la que, entre el 29 y el 30 de julio, se detuvo a 127 personas implicadas en distintos delitos, y se encuentra en un dependencia policial en San Salvador.

El Juzgado de Instrucción trasladó el caso a un tribunal de Santa Ana (oeste) porque fue en esa ciudad donde la FGR abrió una investigación por un caso de extorsión y en cuyas interceptaciones telefónicas hizo "el hallazgo" de los contactos entre Rodríguez y el jefe pandillero, según el fiscal del caso, Álvaro Rodríguez.

La FGR ha aclarado que no vincula al religioso en ese caso de extorsión ni en ningún otro delito cometido por pandilleros.

El fiscal general, Luis Martínez, también ha indicado que el caso del sacerdote español no tiene relación con las investigaciones que la FGR realiza desde hace meses sobre la "tregua" entre pandillas que a partir de marzo de 2012 disminuyó los homicidios en el país.

Antonio Rodríguez, de la orden pasionista, es párroco de Mejicanos, un municipio cercano a San Salvador, donde dirige desde hace varios años un programa de rehabilitación de pandilleros.

En 2010, el entonces presidente salvadoreño, Mauricio Funes, expulsó al sacerdote español de la comisión gubernamental de búsqueda de niños desaparecidos en la guerra civil (1980-1992), después de que leyó ante la prensa un comunicado en el que las pandillas se responsabilizaban de un paro en el transporte público.

En 2012, el religioso era un fuerte crítico de la "tregua" entre pandillas, a la que calificaba de "paz mafiosa", pero en 2013 anunció que la apoyaba e incluso comparecía en reuniones y ruedas de prensa con funcionarios y mediadores de esa pacto de no agresión.

Sin embargo, Rodríguez se alejó de la "tregua" en los últimos meses, cuando era evidente que había "fracasado", como lo reconoció Funes en su momento.

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