Mientras bajan los casos diarios

Salamanca rebaja el nivel de alerta y la hostelería de Burgos podrá reabrir

La capital burgalesa es el único municipio de toda la Comunidad con esas restricciones, aunque toda Castilla y León sigue con cierre perimetral hasta el 10 de enero.

Agentes de la Policía Nacional controlan accesos y salidas de Salamanca tras confinarse la capital.
Agentes de la Policía Nacional controlan accesos y salidas de Salamanca tras confinarse la capital.
EFE

La provincia de Salamanca rebajará mañana su nivel de alerta del cuatro (riesgo máximo) al tres, nivel en el que se encuentran Segovia y Ávila y que señala un riesgo alto. La medida responde a la disminución en la cantidad de casos diarios, con lo que se prevé que la hostelería, los centros comerciales y gimnasios podrán abrir en Burgos el viernes si se mantiene la tendencia. Un Consejo de Gobierno telemático ha acordado este lunes la rebaja de la alerta en el caso de Salamanca, que supone un alivio en cuanto a las limitaciones de aforos en las actividades sociales y culturales, ha explicado la Consejería de Sanidad en un comunicado.

La decisión de rebajar el nivel de alerta en Salamanca ha sido posible gracias a su evolución epidemiológica y asistencial, registrada de la misma, ya que hoy tenía 111,17 casos a dos semanas, con 39,99 a una semana, una tasa del 6,48 de positivos, y un 18,92 de enfermos de Covid en las UCI, con 9,91 en planta. La medida entrará en vigor la próxima medianoche.

La vigencia de esa nueva calificación se mantendrá mientras subsistan las condiciones de riesgo sanitario por infección de Covid-19 que la justifican sin olvidar que sigue existiendo un riesgo alto, con transmisión comunitaria no controlada y sostenida, que excede las capacidades de respuesta del sistema sanitario. 

Además, si la buena evolución epidemiológica que está demostrando la ciudad de Burgos se mantiene, el próximo Consejo de Gobierno de la Junta de Castilla y León, aprobará la eliminación de las medidas extraordinarias y adicionales al nivel cuatro que siguen vigentes en este municipio como el cierre de la hostelería, los grandes centros comerciales o los gimnasios.

La capital burgalesa es el único municipio de toda la Comunidad con esas restricciones, aunque toda Castilla y León sigue con cierre perimetral hasta el 10 de enero, toque de queda entre las 22.00 y las 06.00 de la mañana y límite de seis personas en reuniones familiares y sociales excepto para los casos de convivientes.

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