Sánchez Cerén expresa "compromiso irrenunciable con la justicia social"

  • El nuevo presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, afirmó hoy en su discurso de investidura que gobernará "para todos", con un "compromiso irrenunciable con la justicia social", y que combatirá la corrupción.

San Salvador, 1 jun.- El nuevo presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, afirmó hoy en su discurso de investidura que gobernará "para todos", con un "compromiso irrenunciable con la justicia social", y que combatirá la corrupción.

También destacó que "seguridad, empleo y educación" serán las "prioridades" de su Gobierno, el segundo consecutivo del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).

Sánchez Cerén, el primer exguerrillero en alcanzar la Presidencia salvadoreña, dijo recibir "con humildad y profundo respeto" la banda presidencial que le impuso el titular del Parlamento, Sigfrido Reyes, luego de tomarle la promesa constitucional.

"Continuaremos con el compromiso de no más corrupción" que mantuvo el Gobierno anterior, que presidió Mauricio Funes, y del que él fue vicepresidente, añadió Sánchez Cerén.

"Los recursos del pueblo son sagrados" y sólo deben utilizarse "para el desarrollo y el bienestar del mismo", sentenció.

El nuevo Gobierno trabajará "por una mayor integración de nuestro país al mundo" y para "ampliar las relaciones comerciales", apuntó.

Sánchez Cerén subrayó su "compromiso de ejercer la Presidencia para todos los salvadoreños (...) aquí y en el exterior", y dijo que actuará "con honestidad, austeridad, eficacia y transparencia".

"Trabajaré incansablemente" para promover acciones que "faciliten" los "cambios estructurales que El Salvador necesita", recalcó el nuevo mandatario.

Remarcó que, al igual que en la Administración de Funes, el espíritu del arzobispo de San Salvador asesinado en 1980, Óscar Arnulfo Romero, "también guiará a este nuevo Gobierno".

Sánchez Cerén aseguró que su Gobierno "garantizará" la gobernabilidad, la inclusión social, la seguridad jurídica y otros beneficios para los salvadoreños.

Hizo un llamamiento a "una ciudadanía activa, que haga contraloría social, que exija compromisos éticos a sus funcionarios".

Asimismo, reconoció que el Estado salvadoreño tiene una "deuda moral con los desaparecidos" del conflicto armado (1980-1992) y sus familias "que debe ser solventada".

"Mi Gobierno se compromete a reivindicar la memoria histórica, impulsaremos iniciativas de manera conjunta que acompañen y ayuden a que las familias conozcan la verdad", agregó.

Además, indicó que "es tiempo también de asumir la responsabilidad con las personas lisiadas y los excombatientes", por lo que se comprometió a "atender y dar los beneficios necesarios" para que los familiares de los combatientes caídos "puedan reincorporarse plenamente a la vida social y laboral" del país.

La guerra civil salvadoreña dejó al menos 75.000 muertos, 8.000 heridos y 12.000 desaparecidos, según los datos oficiales.

A la investidura de Sánchez Cerén han asistido los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Ecuador, Rafael Correa; Costa Rica, Luis Guillermo Solís, de la República Árabe Saharaui Democrática, Mohamed Abdelaziz; de Guatemala, Otto Pérez Molina, y de República Dominicana, Danilo Medina, así como el Príncipe de Asturias, en representación de España.

Además, estuvieron presentes el primer ministro de Taiwán, Jiang Yi-huah; los vicepresidentes de Argentina, Amado Boudou; de Cuba, Salvador Valdés, de Perú, Marisol Espinoza; de Nicaragua, Ómar Halleslevens; de Venezuela, Jorge Arreaza; y el viceprimer ministro de Belice, Gaspar Vega, así como un centenar de delegaciones internacionales.

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