Michel no acepta reducir los 750.000 millones

España y sus 'aliados' frenan el recorte de los frugales con la cumbre bloqueada

Después de tres días de negociaciones en Bruselas, los países del norte con Holanda y Austria a la cabeza intentan reducir al máximo las ayudas europeas para la crisis del Covid.

Angela Merkel junto a otros líderes europeos en la cumbre
Angela Merkel junto a otros líderes europeos en la cumbre
EFE

Tercer día de cumbre y tercer intento fallido entre los líderes europeos en Bruselas para alcanzar un acuerdo sobre el Fondo de Recuperación contra la crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus. Van tres jornadas de intensas y difíciles negociaciones pero las posiciones entre el grupo de países liderado por Holanda y el resto de los socios comunitarios no se cierran y las heridas en coste de enfrentamiento político aumentan.

El primer ministro húngaro Viktor Orbán dijo del holandés Mark Rutte que se “cree el policía de Europa", y el italiano, Giuseppe Conte, acusó a los frugales de estar en contra del resto de la UE. "De un lado estamos la amplia mayoría de los países, incluyendo a los más grandes, como Alemania, Francia, España e Italia, que defendemos las instituciones y el proyecto europeo. Al otro, los llamados frugales”. El recorte de fondos que este grupo manejaba ha sido frenado, hasta ahora, por España y sus aliados, pero las espadas siguen en alto y la cumbre bloqueada.

Este domingo fue atípico en la capital comunitaria, bajo un sol bochornoso, los líderes de la UE no se encerraron a 27 en una sala junto a las autoridades europeas para negociar el fondo anticrisis. Durante horas, tras cancelar la reunión y el almuerzo de trabajo a mediodía, se sucedieron los encuentros bilaterales, entre pequeños grupos de países y las llamadas telefónicas. No se trató “ya de valorar una u otra propuesta negociadora sino de dilucidar si es realmente posible llegar a un acuerdo”, avisaron fuentes gubernamentales.

Sobre las mesas de los dirigentes primero se discutió cómo avanzar en la propuesta, insuficiente para los Holanda, Austria, Dinamarca y Suecia, del presidente del Consejo, Charles Michel, con un recorte de 50.000 millones de euros en las transferencias directas y el ‘freno de emergencia’ para las reformas nacionales. Luego apareció una de Finlandia con un recorte de 100.000 millones en los subsidios hasta dejarlos en 400.000. El Fondo mantenía su tamaño inicial a cambio de engordar la parte de los préstamos a devolver.

Mucho para España, Italia, Portugal e incluso para Alemania o Francia. Los técnicos de la Comisión y el Consejo calculan que poder debajo de esos 400.000 millones y ante el plazo de varios años en que se distribuirían, el impacto del fondo sería escaso. Aun así, la propuesta finesa podía sentar un principio de acuerdo y los dirigentes europeos se vieron se reunieron de nuevo todos cuando el sol se ponía en Bruselas para una cena de trabajo. Desde España seguían defendiendo “una propuesta ambiciosa, en consonancia con el desafìo que la UE tiene ante sí y la magnitud de la crisis provocada por la pandemia”

La excepción fue el primer ministro de Luxemburgo, que tuvo tiempo de viajar a su capital, apenas a dos horas y media en coche, para una reunión urgente de su gobierno por los rebrotes, dirigirla, dar una rueda de prensa y volver a Bruselas.

Por si fuera la presión fuera poca, llego más desde Frankfurt, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, exigió en una entrevista durante este domingo que “mejor un acuerdo satisfactorio, en línea con la propuesta de la Comisión, que uno rápido y menos ambicioso".

Los líderes europeos se están enfrentando a una tarea titánica, acordar un Fondo de Recuperación contra la crisis económica de la Gran Reclusión por valor de 750.000 millones, distribuidos principalmente en transferencias directas completas con préstamos y financiado por nuevas emisiones de deuda por la Comisión Europea en nombre de la UE, y encajarlo dentro de los próximos presupuestos europeos (2021-2027).

La última propuesta que circuló este domingo por la noche no ha sido suficiente para los duros del norte pese al recorte de hasta 100.000 millones de euros en las transferencias directas, el doble de con lo que se llegaba a la Cumbre,. “Muchas patas en juego, un paquete complicado”, reconocen fuentes diplomáticas.

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