Sánchez elige a Calviño sobre Montero y hace un guiño a los mercados tras el 10-N

  • Era una petición de los empresarios que va a ser muy bien valorada por los mercados internacionales dado su prestigio en el seno de la UE.
Nadia Calviño y María Jesús Montero. La seriedad y la sonrisa del actual régimen económico
Nadia Calviño y María Jesús Montero. La seriedad y la sonrisa del actual régimen económico
EFE

El presidente del Gobierno en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha dejado clara este lunes su preferencia por Nadia Calviño, a la que hará vicepresidenta económica del Gobierno si gana las elecciones, frente a las opciones de poner en ese puesto a María Jesús Montero, en un claro mensaje de tranquilidad y estabilidad a los mercados y las grandes empresas, que siempre han mostrado su preferencia por la actual ministra del ramo dado el prestigio del que goza en el entorno europeo e internacional.

El anuncio de Pedro Sánchez deja sin efecto todas las especulaciones sobre la salida de Calviño a un puesto de alto nivel en el ámbito internacional -la última opción era el Banco Mundial- y confirma que se queda en España para capear la crisis que se avecina y que, precisamente, vendrá marcada por el desequilibrio económico y comercial que se está generando entre las grandes potencias mundiales.

La capacidad política y dialéctica de la ministra de Hacienda, demostrada en el Congreso y en todos los debates políticos cuerpo a cuerpo que ha realizado en el escaso año de Gobierno en funciones, habían lanzado la figura de Montero como primer opción para una vicepresidencia. La negativa de Calviño a entrar en las listas electorales como diputada también alimentaba su supuesta falta de compromiso con el partido socialista. Pero la ministra de Economía siempre ha sido la que ha acompañado a Sánchez a todas las grandes citas internacionales, donde su prestigio como responsable de Presupuestos en la UE durante los últimos años le han otorgado una credibilidad muy alta. 

Desde el empresariado español se la pedido de forma explícita a Pedro Sánchez que mantuviera la figura de Calviño al frente de la estrategia económica del país, como una garantía para capear la desaceleración económica que se avecina, ante los rumores que se desataron tras las anteriores elecciones sobre su salida del Gobierno.  

La confirmación de Calviño como máxima responsable de la economía española a partir del 10-N, si el PSOE forma gobierno, deja la puerta abierta a Montero en Hacienda, a la espera de lo que puede ser su vuelta a Andalucía, donde su anterior mentora, Susana Díaz, perdió la presidencia ante la pinza de la mayoría de derechas que formaron PP, Ciudadanos y Vox, a pesar de haber ganado la elecciones como lista más votada. 

Prevenciones y alertas ante la crisis

Precisamente, la prevención de ese tipo de crisis ha sido siempre una de las prioridades de Calviño, que ha puesto en marcha, en el escaso tiempo de gobierno que ha tenido, la autoridad macroprudencial española encargada de atajar las crisis financieras y los sistemas de alerta coordinados con el Banco de España y otros organismo europeos e internacionales, para que el cambio de ciclo económico no nos pille desprevenidos, como ocurrió con el anterior Gobierno socialista de Zapatero. 

Tanto después de las elecciones generales pasadas del 28-A, como durante las largas negociaciones para formar gobierno sin ningún resultado que se han producido en los últimos seis meses, Nadia Calviño siempre ha mantenido dentro del Ministerio de Economía el mensaje de que todo sigue igual, con todos los equipos y programas en marcha, incluso cuando el Ejecutivo ha entrado en funciones. 

El último giro que la ministra ha marcado en sus equipos ha sido un claro cambio de discurso para advertir que España no va a poder librarse de la desaceleración, frente a los excesos de optimismo que podría suponer la inercia económica que hace que España todavía crezca por encima de la media europea y sea capaz de crear empleo, aunque a un ritmo paulatinamente menor que hace apenas un año. 

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