Managua, 10 nov.- La Asamblea Legislativa de Nicaragua estará controlada por el gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), con mayoría absoluta, según el último informe de las autoridades electorales de los resultados de los comicios del pasado domingo.
Escrutado el 98,71 por ciento de las juntas receptoras de votos, el FSLN obtiene el 60,93 por ciento de los sufragios para diputados nacionales, el 60,75 para diputados departamentales y 61,02 para el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
Para el Congreso nicaragüense, de acuerdo con proyecciones extraoficiales, el FSLN obtendría 62 diputados, suficientes para reformar la Constitución sin la necesidad de aliados.
El Consejo Supremo Electoral (CSE) informó que el segundo lugar lo ocupa la opositora alianza Partido Liberal Independiente (PLI), con el 31,53 por ciento de los votos para diputados nacionales, 31,23 para diputados departamentales y 31,48 para los del Parlacen.
El PLI, que postuló a la Presidencia al empresario de radio Fabio Gadea, el segundo más votado, tendría entre 25 y 26 diputados nacionales, dijo a Efe una fuente del Poder Electoral.
En tercer lugar, según los datos oficiales, figura el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), con el 6,43 por ciento para legisladores nacionales, 6,58 por ciento para legisladores departamentales y 6,47 por ciento para el Parlacen.
El PLC, del exgobernante Arnoldo Alemán, tendría entre 2 y 3 legisladores nacionales, según esas proyecciones.
El cuarto lugar y quinto lugar lo ocupan la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) y la Alianza por la República (Apre), con menos de un punto porcentual en la votación para diputados nacionales, departamentales y al Parlacen, con lo que no obtienen escaños.
En los comicios celebrados el domingo se eligieron 20 diputados nacionales, 70 diputados departamentales y 20 ante el Parlacen.
El Congreso nicaragüense está integrado por 90 diputados e igual número de suplentes, más el escaño del candidato presidencial que quedó en segundo lugar en las votaciones, que obtuvo Gadea, que ayer dijo que no lo asumirá por "principios morales", debido a que denuncia un "inaudito y monstruoso fraude de la voluntad popular" en esos comicios.
En caso de que Gadea no lo acepte lo asumiría el aspirante a la vicepresidencia del PLI, el disidente sandinista Edmundo Jarquín.
De acuerdo con las leyes nicaragüenses, también se le debe sumar la diputación automática que obtendría el actual presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que, sin embargo, fue reelegido en el cargo por cinco años más.
Todo mandatario saliente obtiene una diputación automática, según las leyes del país.
Para aprobar leyes ordinarias se requiere de mayoría simple, es decir, la mitad más uno de los diputados nacionales (47), y para reformar parcialmente la Constitución se precisa una "mayoría calificada", es decir 56 legisladores.
En tanto, para convocar a una Constituyente y hacer una reforma total a la Carta Magna se requiere el apoyo de dos tercios de los diputados, es decir 62 diputados, justo lo que tendría el FSLN en el Congreso.
Ortega, tras ser declarado vencedor de los comicios del domingo, prometió que no gobernará con "soberbia ni prepotencia" durante los próximos cinco años y que no impulsará "cambios dramáticos" en su nuevo mandato.
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