Sarkozy defiende el francés como vehículo de valores y defensor de diversidad

Montreux (Suiza).- El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, defendió hoy a la lengua francesa como vehículo de valores tales que el humanismo, la libertad, la igualdad y la fraternidad, y como defensora de la diversidad cultural.

"La lengua francesa es nuestro tesoro. Es vehículo de valores, como el humanismo. Representa ideales, como la libertad, la igualdad, la fraternidad que todos nosotros compartimos", señaló el mandatario en la inauguración de la XIII Cumbre de la Francofonía.

Durante este fin de semana, 40 jefes de Estado y de Gobierno de países que forman parte de la Organización Internacional de la Francofonía (OIF) se reúnen en Montreux para debatir sobre los problemas que afrontan en un mundo cada vez más globalizado.

Sarkozy defendió la lengua francesa como método para luchar contra la uniformidad y como defensora de la diversidad cultural.

"En un mundo donde progresa el riesgo de monolinguismo, de la uniformidad, luchar por nuestra lengua y por sus valores es también luchar por la diversidad lingüística y cultural de la Humanidad", dijo.

El presidente francés aprovechó su discurso para alabar la gestión del secretario general de la OIF, el ex presidente senegalés Abdou Diof, al frente de la institución en los ocho últimos años.

Diouf, que aspira a un tercer mandato consecutivo, está en el centro de la polémica por un reciente informe de Amnistía Internacional en el que se le acusa implícitamente de permitir la masacre de 6.000 civiles en la Casamance (sur de Senegal).

"Francia desea que él (Diouf) siga al frente de la organización, necesitamos de su autoridad", afirmó Sarkozy.

La Cumbre, que conmemora el 40 aniversario de la institución bajo el lema "Desafíos y futuro de la francofonía", versará sobre tres ejes básicos: La francofonía, actor de relaciones internacionales y su lugar en el gobierno mundial; la francofonía y el desarrollo durable y la lengua francesa y la educación en un mundo globalizado.

La OIF agrupa a 56 países francófonos, que son estados plenos, y otros 14 que son observadores, dado que no cuentan como idioma oficial con el francés, que hablan 220 millones de personas en el mundo.