Se inicia campaña electoral para legislativas sin propaganda ni información

  • La campaña electoral para los novenos comicios legislativos en la República Islámica de Irán, que se celebrarán el próximo 2 de marzo, se inició hoy sin que se observe propaganda en las calles y con muy escasa o nula información en la gran mayoría de los medios de comunicación.

Chema Ortiz

Teherán, 23 feb.- La campaña electoral para los novenos comicios legislativos en la República Islámica de Irán, que se celebrarán el próximo 2 de marzo, se inició hoy sin que se observe propaganda en las calles y con muy escasa o nula información en la gran mayoría de los medios de comunicación.

Cuando faltan sólo nueve días para los comicios, se inicia una campaña que finalizará el 1 de marzo, la víspera de la jornada de votación, en la que 3.444 candidatos aprobados aspiran a los 290 escaños del Parlamento consultivo iraní.

Sólo las televisiones oficiales informaron hoy en sus titulares del inicio de la campaña, mientras las agencia y la prensa impresa prácticamente ignoraban el hecho, que casi ha pasado desapercibido para los ciudadanos, que han tenido pocas noticias de la organización de las elecciones.

El pasado martes, el Consejo de Guardianes de la Revolución difundió la lista definitiva de candidatos aceptados para los comicios, que serán 3.444 de los 5.395 que se inscribieron en un principio.

El Consejo de Guardianes, poderoso organismo religioso guiado por el líder supremo, ayatolá Ali Jamenei, que tiene poder de veto sobre las decisiones políticas, ha admitido a cerca del 70 por ciento de los que quedaron, informó el Ministerio del Interior en su página web.

Según el Ministerio, en los comicios podrán votar, en 47.000 colegios repartidos por todo el país, 48,2 millones de ciudadanos mayores de 16 años, de una población total en el país que se calcula que alcanza algo más de 76 millones de habitantes.

De los electores, 3,9 millones podrán votar por primera vez, en un país donde el 70 por ciento de la población tiene menos de 30 años y sólo ha conocido el régimen de la República Islámica, implantado en 1979.

En estas elecciones, los partidarios de Jamenei, unidos en los frentes "principalistas", que representan a los más radicales defensores del régimen islámico y hostiles a Occidente, esperan copar la gran mayoría de los 290 escaños del Parlamento consultivo de Irán.

Sin embargo, el presidente, Mahmud Ahmadineyad y sus partidarios, enfrentados a los seguidores del líder, esperan obtener buenos resultados en provincias y en el medio rural, donde han tenido una fuerte presencia para difundir los logros del Gobierno en los últimos meses.

En cualquier caso, estos comicios son los más restringidos en los 33 años de la República Islámica, pues, dentro del propio régimen, son muy pocos los reformistas que se han presentado y también han quedado relegados muchos de los partidarios de Ahmadineyad, tachados de "desviacionistas".

En la intensa lucha por el poder que se desarrolla de cara a estas elecciones, que pueden marcar el futuro político del país, los principalistas han acusado al entorno de Ahmadineyad de desviarse de las rígidas normas religiosas del régimen, lo que ha llevado a decenas de partidarios del presidente a los tribunales y la cárcel.

De los reformistas, los líderes del Movimiento Verde, Mehdi Karrubi y Mir Husein Musavi, llevan más de un año en un rígido arresto domiciliario, prácticamente incomunicados, lo que ha llevado a sus partidarios a pedir el boicot a los comicios.

Otros reformistas, como el ex presidente Mohamed Jatamí, prácticamente marginado de la política, no han promovido el boicot, pero han considerado que no se dan las circunstancias para presentarse a unos comicios, por lo que sólo pequeños grupos de esta tendencia se han inscrito para las elecciones.

Además, por primera vez se exige un máster universitario para poder aspirar a un escaño, aunque los diputados que han pasado una legislatura completa de cuatro años en el Parlamento lo podrán convalidar, lo que facilita la presencia de diputados veteranos y dificulta el acceso al legislativo a nuevos políticos.

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