Se retira uno de los cinco candidatos conservadores a la Presidencia de Irán

  • El diputado Gholam Ali Hadad Adel, uno de los cinco candidatos ultraconservadores principalistas islámicos a la Presidencia de Irán, anunció hoy, a cuatro días de los comicios, su retirada de la carrera electoral, en una carta difundida por la web del Parlamento.

Teherán, 10 jun.- El diputado Gholam Ali Hadad Adel, uno de los cinco candidatos ultraconservadores principalistas islámicos a la Presidencia de Irán, anunció hoy, a cuatro días de los comicios, su retirada de la carrera electoral, en una carta difundida por la web del Parlamento.

En su misiva, Hadad Adel anuncia su retirada "para que ganen los principalistas", sin indicar uno concreto, al tiempo que pide a los electores que "atiendan los requisitos planteados por el líder supremo (ayatolá Ali Jamenei) y voten a los que creen en los principios de la República Islámica" para elegir nuevo presidente.

Hadad Adel es el primero de los ocho candidatos a la presidencia que abandona la carrera electoral, mientras que el reformista moderado, Mohamad Reza Aref, desmintió hoy en el sitio web de su campaña informaciones que señalaban que también se había retirado para apoyar a su correligionario Hasan Rohani.

En principio, según fuentes de los reformistas recogidas por varias web iraníes de esa tendencia, Aref habría renunciado para formar un frente de apoyo a Rohani al que podría unirse el tecnócrata Mohamad Gharazi, lo que Aref ha desmentido y señalado: "Hasta el final estaré en la escena de las elecciones".

Ayer, Hadad Adel auguró una segunda vuelta para la elección del próximo presidente de Irán, ya que no es probable que uno de los aspirantes consiga más del 50 por ciento de votos en la primera, el próximo 14 de junio.

"No son pocas las posibilidades de que las elecciones vayan a una segunda ronda", dijo Hadad Adel en una rueda de prensa en Tabriz.

Para él, con ocho candidatos presidenciales era previsible una segunda vuelta, que tendría que celebrarse el 21 de junio, "pero no se puede prever quienes la disputarán".

Tras la proscripción de la oposición laica y la exclusión de la mayoría de los sectores del sistema islámico, además de la eliminación de los principales oponente al sector ultraconservador, las elecciones han quedado como un pulso entre candidatos de la línea dura principalista del régimen teocrático.

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