"Veintiséis cazadores cataríes fueron secuestrados sobre las tres de la madrugada por unos hombres armados desconocidos", indicó un oficial de policía de la provincia de Muthanna, donde se produjo el rapto.
Un dirigente local confirmó el número de raptados.
"Unos hombres armados desconocidos, a bordo de decenas de camionetas, atacaron un lugar en el que había cazadores cataríes", indicó ese dirigente.
Dos funcionarios dijeron que entre los secuestrados hay personas de la familia real, aunque no los identificaron.
Según las autoridades, dos oficiales iraquíes a cargo de la seguridad de la cacería fueron igualmente raptados.
Por el momento, Doha no ha confirmado ni comentado el secuestro.
Los acaudalados ciudadanos del Golfo suelen ir a países vecinos como Pakistán, Afganistán e Irak a cazar, aprovechando una reglamentación menos restrictiva que la que rige en sus estados.
En el sur de Irak, de mayoría chiita, hay un fuerte resentimiento ante la política de los países del Golfo, a los que se ve como cómplices del auge del grupo yihadista Estado Islámico. En ese sentido, Catar está especialmente mal visto.
El secuestro se produce poco más de tres meses después del rapto en Irak de 18 empleados de una gran empresa constructora turca, que luego fueron liberados sanos y salvos.
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