Sería irresponsable por parte del PSOE llegar a un pacto con Podemos y ERC

El Catedrático de Derecho Procesal de la Universidad CEU San Pablo, Pablo Gutiérrez de Cabiedes, da su opinión sobre el resultado electoral del 20D.No sorprende la aparición de los partidos emergentes en el arco parlamentario, por haber sido ya prevista por las encuestas, sí, el alcance del concreto resultado de C's, que ha visto reducirse buena parte del apoyo que había concitado.La valoración sería positiva en la medida en que permita abrir un tiempo nuevo de mejora institucional, ética, socio-económica, política, educativa…, negativa, si lo que hace es provocar parálisis o ingobernabilidad, al acrecentar las actitudes cortoplacistas irresponsables (partidistas o localistas). El cambio en el escenario político español debe suponer un reto positivo para estar a la altura de las circunstancias excepcionales en que se encuentra España: responsabilidad, en favor de la gobernabilidad y de la solución de los verdaderos problemas de los ciudadanos.Posibilidad de pactos ¿Cree que habrá algún pacto?¿Cómo deberían ser?

Resulta claro que deberá existir diálogo para alcanzar acuerdos, tanto en cuanto a hacer posible una investidura, como posteriormente en el día a día político-parlamentario. Lo contrario podría abocaría antes o después incluso a elecciones anticipadas, que no está claro además que resolvieran la situación.Los pactos deberían estar guiados por altura de miras, sentido de Estado y visión de futuro como nación, como haría cualquier otro país. Ejemplos cercanos tenemos en los grandes pactos de Estado de Alemania (que aparcan sectarismos y banderías) o en actitudes recientes como la francesa. Asentada ya nuestra democracia en libertad, ha llegado la hora de dejar de lamentarnos por la obvia responsabilidad y patriotismo constitucional de todos los países del mundo salvo del nuestro y empezar a ejercerlo.De empezar a poner de manifiesto lo profundamente nocivo y de vieja política de promover un Gobierno -se utilice la jerga política que se quiera- que se apoyara en formaciones políticas que explícitamente denigran al propio país cuyo Gobierno conformarían y al Estado de Derecho (y que exigen como condición de apoyo al Gobierno de España, con explícito cinismo y ventajismo, su propia ruptura). Que desde el separatismo se mantenga esa actitud (discúlpeseme decir, aprovechada) resulta comprensible, no lo es, objetivamente, que medios españoles lo alienten machaconamente desde el inicio de la noche electoral y que partidos políticos que aspiran a formar ese Gobierno lo acepten o incluso exijan como condición: ello sería la muestra más clara de que el lamento de millones de españoles de que esto -tan ridículo- "sólo pasa en España", lejos de desaparecer con responsabilidad, coherencia y modernidad, iría paradójicamente a más. ¿No debemos preguntarnos cómo puede venir la regeneración y progreso de un país de un conglomerado de fuerzas que tienen en común un individualismo que cuestiona la propia subsistencia de ese país o su expreso rechazo y vituperio?.Sería irresponsable, falso (además de perjudicial en el medio plazo) para una formación como el Partido Socialista intentar abrazarse a un gobierno con Podemos y ERC en la tesitura radicalmente delicada en que se encuentra nuestro país, con un asombroso planteamiento de abierta y antidemocrática violación del Estado de Derecho. Toda idea y estrategia es legítima, siempre que respete los derechos de los demás: pero también es legítimo y necesario poner de manifiesto lo que está debajo de ciertos planteamientos eufemísticos.