Servicios secretos alemanes no sabían del programa de ciberespionaje EEUU

  • Los servicios secretos alemanes no sabían del controvertido programa de ciberesespionaje de EEUU "Prism", aseguro hoy el presidente del departamento federal de Protección de la Constitución, Hans-Georg Maassen.

Berlín, 3 jul.- Los servicios secretos alemanes no sabían del controvertido programa de ciberesespionaje de EEUU "Prism", aseguro hoy el presidente del departamento federal de Protección de la Constitución, Hans-Georg Maassen.

Los servicios de inteligencia alemana -en los que está integrado el citado estamento- recibieron de sus colegas estadounidenses apenas "informaciones puntuales" de "casos concretos", dentro de la cooperación habitual entre países aliados, destacó Maassen.

En ese contexto figura el intercambio de información relacionada con el terrorismo islámico, añadió el responsable del departamento, uno de los tres servicios de espionaje alemanes junto al de Exteriores y al militar.

Maassen salió así al paso a las críticas, principalmente de la oposición socialdemócrata y verde, que aseguran que el gobierno de la canciller Angela Merkel tenía que estar al corriente tanto del programa PRISM como del espionaje masivo en Alemania revelado por el extécnico de la CIA Edward Snowden.

El jefe del departamento federal de Protección de la Constitución hizo estas declaraciones en una comparecencia conjunta con el ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, centrada en la reforma de este estamento para mejorar la coordinación entre todos sus apartados.

Friedrich anunció que en breve se desplazará un equipo de trabajo de Interior a Washington, como harán otra delegación de la UE y de otros países europeos.

Alemania está, al parecer, entre los objetivos prioritarios del espionaje de EEUU, según informó el fin de semana pasado el semanario "Der Spiegel", que se remitía a documentos filtrados por Snowden.

Merkel, a través de un portavoz, y el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, han apremiado repetidamente a Washington a esclarecer las informaciones de esa publicación y han calificado de "intolerable" que se espíe a un país aliado.

Las informaciones del semanario han hecho que en Alemania vuelva a hablarse de prácticas propias de la guerra fría y entre enemigos, cuestión que en Berlín remite al trauma vivido en las décadas en que quedó partida por el Muro.

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