Sao Paulo, 9 oct.- La dirigente ecologista Marina Silva condicionó hoy su apoyo al socialdemócrata Aécio Neves en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil a que acepte un paquete de propuestas, incluida una expansión de los derechos sociales.
La exsenadora y exministra, que quedó tercera en la votación del 6 de octubre, tenía previsto anunciar hoy su posición de cara a la segunda vuelta, que tendrá lugar el 26 de octubre y en la que competirán la actual presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, y Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
Sin embargo, esperará a que Neves se pronuncie primero sobre sus exigencias, dijeron hoy sus colaboradores.
Beto Albuquerque, que fue compañero de Silva en la fórmula del Partido Socialista Brasileño (PSB), dijo que, antes de tomar una decisión, la ecologista "esperará" a que Neves "diga si está de acuerdo o no" con algunas propuestas que le van a presentar.
Dirigentes de los seis partidos que integraron la coalición que apoyó a Silva en la primera vuelta se reunieron hoy en Brasilia para definir su posición de cara a la segunda vuelta y al final del encuentro presentaron una lista de propuestas que pretenden que Neves adopte.
Las propuestas serán presentadas en una reunión que representantes de los seis partidos tendrán con el líder opositor el viernes en Río de Janeiro, según declaró Walter Feldman, asesor de la excandidata, en declaraciones a periodistas.
La exministra de Medio Ambiente no participará del encuentro y esperará la respuesta de Neves a sus demandas, agregó Feldman.
Entre las propuestas que la coalición espera que el candidato opositor adopte figuran no aumentar la edad de imputabilidad penal, el fin de la reelección para los cargos ejecutivos y la adopción de un mandato único de cinco años, el fortalecimiento de la agricultura familiar y la expansión de derechos sociales, entre otros puntos.
Cada partido que integró la coalición que respaldó a Silva ya decidió unilateralmente su posición ante la segunda vuelta.
El Partido Socialista Brasileño (PSB), al que están afiliados Marina Silva y Albuquerque, anunció el miércoles que apoyará a Neves en la segunda vuelta.
El PSB es el principal partido de la coalición y fue el que postuló la candidatura presidencial de Eduardo Campos, el exgobernador de Pernambuco muerto el 13 de agosto en un accidente aéreo y que fue sustituido por la ecologista dos meses antes de las elecciones.
La Red Sustentabililad, el grupo que Silva intentó convertir en partido para aspirar a la Presidencia pero que no alcanzó a formalizar antes del cierre de inscripciones de las candidaturas, recomendó a sus votantes sufragar en blanco, anular el voto o hacerlo por Neves.
En una carta enviada por su oficina de prensa, Silva se pronunció a favor de estar del lado del cambio en Brasil, pero no a cualquier costo, y pidió que sus correligionarios "se nieguen a participar de la guerra sucia de la destrucción y nunca renuncien al debate de alto nivel".
Silva, quien fue ministra de Medio Ambiente del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, estuvo reunida el miércoles con uno de los más importantes dirigentes del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Neves, el expresidente Fernando Henrique Cardoso, pero no informó sobre lo abordado en la conversación.
En su carta, Silva dijo que aguardará la "candidatura identificada con el sentimiento de cambio, de modo que se expresen en actitudes, políticas, acciones y modelo de Gobierno que de hecho materialicen nuevos tiempos para Brasil".
Hasta el momento, Neves recibió apoyo para la segunda vuelta de otros dos excandidatos presidenciales: el pastor evangélico Everaldo Pereira, del Partido Social Cristiano (PSC), y el médico Eduardo Jorge, del Partido Verde.
Rousseff, por su parte, no recibió el apoyo de los candidatos derrotados en la primera vuelta, pero la izquierdista Luciana Genro, del Partido Socialismo y Libertad (Psol), propuso a sus electores anular el voto, votar en blanco o hacerlo por la mandataria.
El gobernante Partido de los Trabajadores (PT), que fue aliado del PSB hasta el año pasado, condenó el apoyo de los socialistas a la elección de Neves en un comunicado en el que calificó al antiguo aliado como "socialista de derechas".
En las elecciones del pasado domingo, Rousseff reunió un 41,59 % de los votos y Neves, un 33,55 %, mientras que Silva fue tercera con un 21,3 %.
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