Sindicatos apuntan al desempleo como un factor de riesgo de consumo de droga

  • Los sindicatos UGT y CCOO han coincidido hoy en apuntar al desempleo como factor de riesgo importante para el consumo de drogas, sobre todo alcohol y tabaco, y han abogado por las medidas preventivas frente a las disciplinarias para abordar las drogodependencias en el ámbito laboral.

Madrid, 27 nov.- Los sindicatos UGT y CCOO han coincidido hoy en apuntar al desempleo como factor de riesgo importante para el consumo de drogas, sobre todo alcohol y tabaco, y han abogado por las medidas preventivas frente a las disciplinarias para abordar las drogodependencias en el ámbito laboral.

Así lo han manifestado los secretarios de Salud Laboral de UGT, Marisa Rufino, y de CCOO, Pedro Linares, en sendas comparecencias en la Comisión Mixta Congreso-Senado para el estudio de las drogas, en las que han explicado el trabajo que están llevando a cabo sus organizaciones sindicales en materia de prevención del consumo de drogas por parte de los trabajadores.

Rufino ha argumentado que la exclusión social en la que se encuentran los trabajadores en paro y el miedo a no volver a incorporarse a su puesto de trabajo "está haciendo que se incremente el consumo de drogas, sobre todo de alcohol y tabaco, porque son las más baratas".

La representante de UGT ha explicado que en el caso de los expedientes de regulación de empleo, se incrementan los riesgos psicosociales tanto de los trabajadores que se quedan en la empresa como de los desempleados.

"El desempleo afecta directamente al consumo", ha insistido Rufino, quien ha pedido un plan integral de prevención de drogodependencias en el ámbito laboral que cuente con una línea de trabajo dirigida hacia el colectivo de desempleados.

Ese plan, según Rufino, debería estar consensuado y participado por administraciones públicas, empresas y agentes sociales, dirigido principalmente a la sensibilización, información y formación, en el que se trabajara también en el ámbito social, educacional y jurídico.

En este sentido, ha pedido que se deje de tratar la drogodependencia en el ámbito laboral desde un punto de vista disciplinario y sancionador y ha instado a la derogación del artículo 54.2.f del Estatuto de los Trabajadores en el que se recoge el despido disciplinario por embriaguez habitual o toxicomanía.

Con esta modificación UGT pretende que "en ningún caso" el consumo de drogas, aun cuando afecte al trabajo, sea causa directa o indirecta de despido o de sanción disciplinaria.

También el representante de CCOO ha apuntado al desempleo como un factor de riesgo de consumo de drogas, un problema que solo se puede abordar con políticas públicas de protección social.

Linares ha insistido en los factores laborales que inciden en el mayor riesgo, como una mayor exigencia, trabajo a destajo, jornadas prolongadas, tareas rutinarias o falta de perspectivas para la promoción.

Ha abogado por llevar la prevención a la negociación colectiva y ha pedido que se garantice el mantenimiento del puesto de trabajo cuando el trabajador se someta a un tratamiento de rehabilitación.

Por su parte, el secretario general de la Federación Española de Hostelería y Restauración (FEHR), Emilio Gallego, quien ha comparecido en representación de la CEOE, ha achacado al desempleo un incremento del consumo patológico de alcohol, pero no del consumo global de la sociedad, ya que el menor poder adquisitivo ha supuesto "una caída tremenda de las ventas".

Gallego ha pedido diferenciar entre drogas y alcohol para no confundir los mensajes, y por ello, se ha mostrado a favor de establecer "dos líneas muy separadas".

"Cerrar, controlar y ponerle siete llaves a la bodega no acaba de solucionar el problema", ha considerado Gallego.

No obstante, ha considerado que la drogodependencia en el ámbito laboral -que afecta en torno al 5 % de los trabajadores- es "un grave problema para el conjunto de la sociedad".

El empresario ha precisado que el alcohol y el cannabis se consumen de forma mayoritaria en la construcción, los transportes, la hostelería y la agricultura, en tanto que la cocaína es más habitual entre los comerciales, consultores, directivos y el sector de tecnologías de la comunicación.

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