Siria elige un nuevo Parlamento en unos comicios boicoteados por la oposición

  • Los sirios acudieron hoy a las urnas para elegir un nuevo Parlamento pese al frágil alto el fuego, en una jornada que contó con una participación media, según las autoridades, y que la oposición calificó de "farsa".

Damasco/El Cairo, 7 may.- Los sirios acudieron hoy a las urnas para elegir un nuevo Parlamento pese al frágil alto el fuego, en una jornada que contó con una participación media, según las autoridades, y que la oposición calificó de "farsa".

En los primeros comicios pluripartidistas desde la subida al poder en 1963 del partido Baaz, del presidente Bachar al Asad, los sirios se mostraron divididos ante esta votación, boicoteada por la oposición interna y celebrada mientras persiste la violencia.

Unos 14,8 millones de sirios están llamados a elegir entre 7.195 candidatos, entre ellos 710 mujeres, que se postulan para ocupar los 250 escaños de la Asamblea del Pueblo o Parlamento.

La afluencia a las urnas por la mañana fue desigual en Damasco, donde, según pudo constatar Efe, se encontraban bastantes votantes en algunos colegios electorales, mientras que en otros apenas había colas para sufragar.

"No voy a votar porque creo que nada va a cambiar. Veo violencia todos los días a mi alrededor", dijo a Efe Ahmad, un vecino de la conflictiva periferia de Damasco.

Del mismo modo se expresó Selim, quien aseguró que "estas elecciones no van a conducir a ningún lugar", como ya ocurrió en comicios parlamentarios anteriores.

La precaria situación de seguridad en el país, pese al despliegue de una avanzadilla de observadores de la ONU pocos días después de declararse el alto el fuego, el pasado 12 de abril, es la principal preocupación de los votantes.

En uno de los colegios electorales de Damasco, Alaa, dueña de una tienda de ultramarinos dijo a Efe que debido a la crisis es necesario votar porque el Parlamento puede ayudar a encontrar una solución.

"¿Por qué no participar en las elecciones? Esperemos que los líderes políticos tengan éxito en poner en marcha el plan de reformas y el diálogo nacional y pidamos a Dios para que el país vuelva a ser seguro de nuevo", subrayó Alaa.

Las elecciones se enmarcan en las reformas anunciadas por el régimen de Al Asad para aplacar la revuelta que estalló en marzo de 2011 y son el siguiente paso tras la aprobación en referéndum en febrero pasado de una nueva Constitución, que puso fin en teoría al monopolio del partido Baaz.

Las autoridades han dado su visto bueno a la participación de una decena de fuerzas políticas en estos comicios, aunque los Hermanos Musulmanes o los grupos kurdos han quedado excluidos del proceso.

La jornada electoral se prolongará hasta las 22.00 horas (19.00 GMT) y por el momento se ha desarrollado en medio de un gran dispositivo de seguridad y bajo la supervisión por primera vez de una Comisión Electoral independiente.

El ministro sirio del Interior, Mohamed al Shaar, señaló en un comunicado que los comicios están transcurriendo "con normalidad" y que un número "considerable" de ciudadanos está acudiendo a los centros de votación.

A diferencia de otros días, los medios oficiales no mencionaron ningún tipo de acto violento, asesinato o enfrentamiento entre el Ejército y los opositores armados.

Esa versión contrasta con la de grupos opositores como el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que informó de la muerte de seis personas por disparos de francotiradores y de las fuerzas de seguridad, mientras que los Comités de Coordinación Local elevaron esa cifra a una veintena.

Además, los activistas informaron de huelgas en la provincia de Hama, en el centro del país, y en la de Deraa, en el sur; así como manifestaciones contra los comicios en Alepo e Idleb (norte).

El Consejo Nacional Sirio (CNS), principal órgano opositor en el exilio, tachó de "farsa" las elecciones legislativas, ya que "no representan la voluntad verdadera del pueblo".

El dirigente del CNS Mulhem al Derubi aseguró a Efe que la oposición no reconoce estos comicios, al considerar que el proceso no está siendo "legítimo ni libre", sino "un teatro electoral que se celebra a la sombra de los tanques".

En su opinión, tras más de un año de violencia que según la ONU ha dejado más de 10.000 muertos, "Al Asad ya perdió su legitimidad como presidente y tiene que renunciar al poder para que luego empiece una verdadera vida democrática en Siria".

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