Socialistas consolidan la victoria, mientras Berisha sigue sin comparecer

  • La coalición que encabeza el Partido Socialista ha consolidado la victoria en las elecciones que se celebraron en Albania el pasado domingo tras haberse escrutado ya la práctica totalidad de los votos (97 %).

Tirana, 26 jun. - La coalición que encabeza el Partido Socialista ha consolidado la victoria en las elecciones que se celebraron en Albania el pasado domingo tras haberse escrutado ya la práctica totalidad de los votos (97 %).

Según los datos preliminares de la Comisión Central Electoral, (KQZ), la coalición de izquierda obtendría 85 escaños frente a los 55 de la alianza conservadora que dirige el actual primer ministro, Sali Berisha.

La portavoz de la KQZ, Drilona Hoxhaj, informó de que el escrutinio ya ha terminado en 82 de los 89 centros de recuento de voto.

La mayoría de los que faltan se encuentran en Tirana, que se inclina hacia el voto socialista, por lo que no se espera que el resultado electoral cambie más allá de la adjudicación de uno o dos escaños.

En porcentaje de voto, según las televisiones locales (la KQZ sólo ofrece porcentajes regionales), la victoria de los socialistas sería abrumadora, al conseguir el 57,7 % de los votos, frente al 39,4 de la derecha.

Es más, el Partido Democrático (PD) de Berisha no habría logrado ganar en ninguno de los 12 distritos electorales en que se divide el país, ni siquiera en los tradicionales bastiones conservadores del norte

El resultado ha entusiasmado a los socialistas y a sus aliados del Movimiento Socialista para la Integración (LSI) que anoche celebraron la victoria en las plazas de todo el país.

La alegría de los socialistas contrasta con el silencio de la sede de los conservadores.

"Se busca a Sali Berisha", titulaba hoy el diario "Tema" haciendo sorna de su ausencia desde el pasado domingo, cuando se apresuró a declarar su victoria en base a erróneas encuestas a pie de urna.

"Seguimos esperando con calma a que el rival acepte la derrota y se una a la gran victoria de Albania", declaró Rama ante sus seguidores.

La Albania postcomunista carece de una cultura de la admisión de la derrota por el partido perdedor y la política ha estado marcada por una polarización extrema y el dominio de líderes fuertes que han llevado a la sociedad incluso hacia enfrentamientos armados.

"El diálogo y el compromiso podrán renacer Albania e integrarla dignamente en la familia europea", dijo anoche el líder socialista, Edi Rama, en un lenguaje inusualmente moderado, llegando incluso a desear a Berisha todo lo mejor en su nueva vida privada.

Berisha, antiguo comunista y cardiólogo de la elite del régimen de Enver Hoxha, ha dirigido Albania en 13 de los 22 años de la transición democrática, durante los cuales ha sido acusado de autoritario y corrupto.

"Berisha cosechó lo que sembró. Acumuló en sus manos no sólo un extenso poder político, sino también económico a favor de su familia y hombres de negocios cercanos a él", dijo a Efe Eldon Gjikaj, profesor en la Universidad de Tirana.

Albania es uno de los países más pobres de Europa, con una tasa de paro del 13 por ciento, sueldos medios de 250 euros mensuales y una deuda pública del 62 por ciento.

El país espera conseguir el estatus de candidato a la UE a finales de este año, algo que ha sido condicionado a la celebración de unas elecciones limpias y honestas, y a reformas necesarias para consolidar las instituciones democráticas y luchar contra la corrupción y el crimen organizado.

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