Soldados amotinados eritreos abandonan el ministerio que tomaron en Asmara

  • Al menos 100 soldados del Ejército de Eritrea, que ocuparon ayer el Ministerio de Información para exigir la aplicación de la Constitución y la liberación de presos políticos, han abandonado el edificio al acceder el Gobierno a negociar con ellos.

Nairobi, 22 ene.- Al menos 100 soldados del Ejército de Eritrea, que ocuparon ayer el Ministerio de Información para exigir la aplicación de la Constitución y la liberación de presos políticos, han abandonado el edificio al acceder el Gobierno a negociar con ellos.

Según informó hoy la web awate.com, un medio de la oposición en el exilio, un centenar de militares y oficiales jóvenes rodearon el edificio del Ministerio de Información en Asmara y se hicieron con su control sobre las 10.00 hora local (07.00 horas GMT).

Seguidamente, los militares ordenaron a uno de los locutores que se encontraban en el edificio que leyera su comunicado a través de la radio estatal, en el que pedían que se liberara a los presos políticos y que se implementara la Constitución.

No obstante, la información no pudo ser confirmada por fuentes independientes, pues la televisión estatal, Eri TV, interrumpió su emisión, y en el país no existe prensa independiente debido al férreo control que el Gobierno de Eritrea, una de las naciones más herméticas del mundo, ejerce sobre los medios de comunicación.

Awate.com aseguró estar recibiendo información de los empleados del Ministerio sobre la "actitud amable" de los soldados amotinados, que dijeron estar frustrados por la incapacidad de sus superiores de imponer un cambio en el Gobierno de Eritrea.

La fuente opositora informó también de, que tras la toma del Ministerio, se desplegaron tanques alrededor de la Presidencia y del aeropuerto de Asmara, aunque no estaba claro si apoyaban a los soldados amotinados o estaban ahí para proteger al Gobierno.

Horas después, todos los trabajadores del Ministerio fueron liberados después de que el Gobierno aceptara negociar con el líder de la revuelta, Saleh Osman, un exrebelde convertido en alto cargo de las Fuerzas de Defensa de Eritrea (EDF, sus siglas en inglés).

Osman pidió al Ejecutivo de Eritrea la formación de un Gobierno de transición, la aplicación de la Constitución, la eliminación de la corrupción entre los miembros del Ejecutivo y la liberación de los presos políticos.

Después de que el Gobierno de Eritrea se mostrara dispuesto a dialogar, Osman retiró sus tropas del Ministerio de Información, que actualmente, según la fuente opositora, se encuentran a 25 kilómetros de Asmara.

Según la Federación Internacional de Periodistas (FIP), desde que Eritrea se independizó de Etiopía en 1991, el presidente eritreo, Isaías Afewerki, ha aparcado la Constitución, cerrado los medios de comunicación independientes y encarcelado a cientos de periodistas y otros miembros de la sociedad civil.

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