Sosa Wagner, tras el portazo a UPyD: "Rosa Díez no me ha llamado y abandono la política para siempre"

El eurodiputado de UPyD y portavoz en el Parlamento Europeo por esta formación, Francisco Sosa Wagner, ha dado un portazo a su formación después de cuatro años siendo el cabeza de lista en Europa de la formación magenta. Después de que la dirección del partido decidiera relevarle de la portavocía en Bruselas, Sosa Wagner ha considerado que el último golpe propinado por su partido era incompatible con su permanencia. "No he hablado con Rosa Díez ni con nadie de la dirección tras mi decisión", ha asegurado Wagner a LAINFORMACION.COM

[También te puede interesar leer: Sosa Wagner abandona UPyD, el Parlamento Europeo y la política]Asegura que tanto la líder de UPyD, Rosa Díez, como el Consejo de Dirección no tienen competencia para tomar la decisión de destituirle como portavoz, un cargo, dice, "no remunerado", y que fue decidido por los afiliados. "Mi puesto ha sido una voluntad manifestada en las urnas por los afiliados, una voluntad que tanto Rosa Díez como el consejo de dirección menosprecian".

Wagner critica la hipocresía que destila la formación magenta. "En un partido político como UPyD que se le llena la boca con la regeneración democrática, la primarias y que somos tremendos, resulta que a la primera ocasión que tienen, al que está en el parlamento europeo, que no es un asunto baladí, le quita el Consejo de Dirección sin tener competencia", subraya indignado el europarlamentario en una entrevista concedida a este medio.

Su partido decidió relevarle al frente de la portavocía en el Parlamento Europeo y usted ha decidido renunciar al acta y abandonar el partido. ¿Habló con alguien de su formación antes de tomar la decisión?

No he hablado con nadie de mi partido. Analicé la situación cuando ellos me destituyen del cargo de portavoz, un cargo no remunerado, y tomé la decisión. Rosa Díez y el consejo de dirección olvidan que no tienen competencia para tomar esta decisión, ya que la dirección no me puso en ese puesto, me pusieron los afiliados en unas elecciones primarias. Mi puesto ha sido una voluntad manifestada en las urnas por los afiliados, voluntad que tanto Rosa Díez como el consejo de dirección menosprecian.

Antes del movimiento realizado por su partido, ¿se había planteado anteriormente dejar la formación teniendo en cuenta las discrepancias evidentes de los últimos meses?No me lo había planteado. En un partido político como UPyD, que se le llena la boca sobre la regeneración democrática, las primarias y que somos tremendos, resulta que a la primera ocasión que tienen al que está en el parlamento europeo, que no es un asunto baladí, le quita el consejo de dirección, sin tener competencia.

El partido justifica su relevo por la "ausencia de interlocución". ¿Es cierto que no había comunicación entre usted y los órganos del partido en España?

Yo he estado enviando a los órganos centrales del partido y los órganos centrales a mí todo tipo de material y de información de todo lo que he hecho en Bruselas, y me contestaban. A lo único a lo que me he negado ha sido a acudir el pasado viernes a una reunión de los diputados europeos de UPyD con un miembro de la dirección del partido, porque puse como condición que el partido me satisficiera por los insultos y los ataques personales, e incluso profesionales, que he estado sufriendo a lo largo de estos meses. Y otra de las peticiones era elemental, que era volver a salir en la página del partido, de la que desaparecí antes de mi artículo en El Mundo (en el que proponía unirse con Ciudadanos) junto a mi compañero Fernando Maura (europarlamentario de UPyD). Al no recibir respuesta a estas peticiones decidí no ir.

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¿Opina que detrás de su relevo está únicamente Rosa Díez?

No, está el Consejo de Dirección, que está compuesto por unas 15 ó 20 personas.

¿Ha hablado con Rosa Díez?

No he hablado con Rosa Díez

¿Le ha llamado alguno de sus compañeros?

Estoy recibiendo centenares de correos, de ánimos. Estoy muy contento, no de la dirección del partido, evidentemente, de la que no he recibido ninguna reacción.

Los hechos se han desencadenado desde que usted planteó en un artículo los beneficios que supondría una coalición con Ciudadanos: insultos, se puso de manifiesto una importante brecha entre usted y Rosa Díez, ahora el relevo en el puesto… ¿Cree que si no hubiese escrito ese artículo usted seguiría como eurodiputado?Ese artículo se hacía eco de una polémica nacional. Si hablo desde las perspectiva en la que he estado en el Parlamento Europeo, los cuatro eurodiputados de UPyD y los dos de Ciudadanos estamos juntos en el grupo liberal, uno al lado del otro. Me pareció que era el momento.Era una simple sugerencia que no estaba destinada a fusionar a los dos partidos, yo decía que Rosa Díez y Albert Rivera se reunieran y se constituyera una comisión de expertos y conocedores de estos asuntos y que analizarán las posibilidades de un acuerdo electoral, nada más. Si las posibilidades existían, sino no pasaba nada.

Sin embargo, gracias a esa propuesta, que fue tan criticada en su partido, ahora parece que tiene visos de materializarse y ambas formaciones se han mostrado partidarias de unir fuerzas. ¿Augura un buen futuro a ese diálogo?

Sé que ha habido una reunión, que fue muy seguida por los medios de comunicación, y posteriormente sé que ha habido alguna otra más. Tengo la esperanza de que siga así. En España después de las elecciones europeas, nos encontramos con dos partidos políticos que han sido salpicados por casos de corrupción clamorosos y, por otro lado, tenemos partidos nacionalistas, que van a romper el país, el Estado y todo lo que se le ponga por delante, y luego unas opciones políticas llamadas de izquierdas, que son más bien opciones populistas, que están ofreciendo unas recetas mágicas de curandero a lo males de España. Una organización como UPyD moderada, responsable, partidaria de un sistema constitucional, de la democracia representativa, de la unidad del Estado y de España, y una organización como Ciudadanos, que justamente tiene las mismas características, un acercamiento supondría mucho eco electoral. Yo en eso creo y espero que en esas negociaciones, en las que yo no estoy y no he estado, tengan fruto.

¿Cree que su salida del partido mermará las negociaciones con Ciudadanos?

No lo creo, entre otras cosas porque la reunión entre las formaciones ya crea unos compromisos, unas fechas, unos calendarios y unas agendas, por lo que mi salida no tiene por qué afectar a este proyecto. Yo estoy contento de haber dado al interruptor, pero aquí se acaba.

¿Volvería a UPyD sin Rosa Díez al frente?

Anuncio a los ciudadanos españoles que duerman tranquilos, porque Sosa Wagner no volverá nunca a la política. Vuelvo a mi cátedra de la Universidad de León y tan feliz, porque es un oficio que también me gusta mucho.