Sri Lanka escoge a su presidente en unos comicios en los que el líder opositor se quedó sin votar

  • Colombo.- Los ciudadanos de Sri Lanka acudieron hoy a las urnas para elegir al presidente de la posguerra, en una jornada en la que se registraron algunos sucesos violentos menores y en la que el principal candidato de la oposición, el ex jefe del Ejército Sarath Fonseka, no pudo votar.

Abren los colegios para las elecciones a la Presidencia de Sri Lanka
Abren los colegios para las elecciones a la Presidencia de Sri Lanka

Colombo.- Los ciudadanos de Sri Lanka acudieron hoy a las urnas para elegir al presidente de la posguerra, en una jornada en la que se registraron algunos sucesos violentos menores y en la que el principal candidato de la oposición, el ex jefe del Ejército Sarath Fonseka, no pudo votar.

El propio Fonseka, citado por la edición digital del diario ceilanés "Daily Mirror", informó de que no había podido depositar su voto pese a que se había registrado para ello en 2008.

El militar, principal rival del actual presidente, Mahinda Rajapaksa, en estos comicios, descartó la "falsa propaganda gubernamental" de que eso lo descalificaba como candidato y animó a los votantes a seguir acudiendo a las urnas.

"Estoy totalmente cualificado, en virtud del artículo 13 de la Constitución, para presentarme a las elecciones presidenciales", dijo Fonseka, en unas declaraciones difundidas por la televisión.

Poco después, el jefe de la Comisión Electoral, Dayananda Dissanayake, le dio la razón en un comunicado en el que aclaró que no es necesario estar registrado como votante ni tampoco votar para aspirar a la Presidencia.

Rajapaksa sí votó sonriente y confiado en la victoria en el distrito suroriental de Hambantota, adonde acudió en compañía de dos de sus hijos.

Casi 14,1 millones de personas -1,5 millones, en los distritos de mayoría tamil- estaban llamadas a votar en estos comicios en los que la participación en el sur del país, de mayoría cingalesa, rozó el 80 por ciento al cierre de los colegios, calculó para Efe el portavoz del centro de observación electoral ceilanés PAFFREL, Rohana Hettiarachchi.

Según su pronóstico, en la península septentrional de Jaffna, capital cultural de los tamiles de Sri Lanka, la afluencia de votantes fue sensiblemente inferior y se situó en alrededor del 20 por ciento, mientras que en los distritos de Mullaitivu y Kilinochi, antigua capital de facto de la guerrilla tamil, rozó el 10 por ciento.

Las elecciones presidenciales, las primeras tras más de 25 años de guerra entre el grupo separatista de los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil y el Ejército del país, se vieron ensombrecidas por varios incidentes violentos, que no se cobraron víctimas, en distintos puntos del país.

El portavoz del Ejército, Udaya Nanayakkara, explicó a Efe que dos bombas de gasolina estallaron en una carretera en Jaffna pocas horas antes de la apertura de los colegios.

Además, dos granadas explotaron en el distrito de Vavuniya sin causar víctimas ni daños personales, informó una fuente policial.

Las autoridades habían ordenado el despliegue de 68.000 policías y 25 batallones del Ejército para garantizar que los comicios transcurrían de forma pacífica, después de que cuatro personas perdieran la vida y se registraran cerca de 900 sucesos violentos durante la campaña electoral.

En la capital, la jornada se desarrolló en un ambiente festivo y los votantes, muchos de ellos acompañados de sus familias y con su tarjeta de registro y documento de identificación en mano, acudieron desde primera hora de la mañana a los colegios, donde se registraron colas moderadamente largas.

"Estas elecciones son muy importantes, ya que tienen lugar después de la guerra. El presidente ha pasado cinco años centrado en acabar con el conflicto. Ahora podrá pensar en el futuro y trabajar por el país", dijo a Efe una votante que pidió no ser identificada, a la salida de su colegio en el centro de Colombo.

Las principales vías de comunicación de la ciudad, donde el tráfico acostumbra a ser muy intenso, aparecieron hoy vacías por ser día festivo.

Cerca de los colegios, todavía quedaban muchos carteles de propaganda electoral, algunos semi-arrancados, a pesar de que la Comisión pidió a los partidos políticos que retiraran las imágenes de sus candidatos en un radio de 500 metros de un centro de votación.

Además de los dos favoritos, otros 20 candidatos concurrieron en los comicios, adelantados dos años por el presidente en un intento de capitalizar la victoria militar que se topó con la inesperada irrupción en la escena política de Fonseka, quien tras la guerra fue arrinconado en un cargo ceremonial.

Está previsto que el recuento de votos concluya mañana, cuando el jefe de la Comisión Electoral anunciará previsiblemente el nombre del ganador.

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