Subfiscal general de EEUU admite que sabía de "Rápido y Furioso" desde 2010

  • El subfiscal general de EE.UU. Lanny Breuer admitió hoy en una audiencia en el Senado que sabía sobre la fallida estrategia "Rápido y Furioso" antes de que el escándalo saliera a la luz y dijo que las autoridades federales debieron tomar medidas contra esa operación, que permitió el flujo ilegal de armas a México.

Washington, 1 nov.- El subfiscal general de EE.UU. Lanny Breuer admitió hoy en una audiencia en el Senado que sabía sobre la fallida estrategia "Rápido y Furioso" antes de que el escándalo saliera a la luz y dijo que las autoridades federales debieron tomar medidas contra esa operación, que permitió el flujo ilegal de armas a México.

La operación encubierta "Rápido y Furioso" permitió el contrabando de unas 2.000 armas a México entre 2009 y 2010, con el fin de rastrear a los compradores presuntamente relacionados con los carteles de narcotráfico. Sin embargo, las autoridades estadounidenses perdieron el rastro a ese armamento.

Este martes, en respuesta a una pregunta expresa de la senadora Dianne Feinstein, Breuer reconoció que tuvo conocimiento de "Rápido y Furioso" en abril de 2010 y aseguró que ninguno de sus superiores conocía la situación.

Breuer, el primer funcionario de alto rango del Departamento de Justicia que reconoce que estaba al tanto de la operación antes de que se destapara el escándalo, subrayó que no se lo comunicó al fiscal general, Eric Holder, porque ya había informado de los problemas potenciales derivados de ese plan a la Oficina para el Control de Alcohol, Tabaco y Armas (ATF), que dirigía la estrategia.

"En ese momento pensé que sería suficiente y razonable que la dirección de la ATF se ocupara del asunto (...) Si hubiera sabido entonces lo que sé ahora, yo, por supuesto, se lo hubiera comunicado al fiscal general", admitió Breuer durante una audiencia ante el Subcomité sobre Asuntos Terroristas del Senado.

Holder había negado tener conocimiento de la operación antes de este año, pero este mes el senador Charles Grassley y el legislador Darrell Issa aseguraron que el fiscal general había recibido al menos cinco informes desde julio de 2010, incluso durante cuatro semanas consecutivas, en los que se describía la fallida estrategia de la ATF.

Breuer informó además durante la audiencia que 64.000 de 94.000 armas incautadas en México en los últimos años son procedentes de Estados Unidos y han ido a parar en su mayoría a los cárteles de droga.

"Tenemos que hacer algo para que las armas no sigan llegando a los criminales. (...) Hoy aún no somos capaces de que la ATF lleve un registro de la venta múltiple de armas de asalto", aseguró el subfiscal general.

La idea que originó "Rápido y Furioso" era permitir la venta de armas de alto calibre a compradores intermediarios para rastrearlos hasta su destino final y así arrestar a los cabecillas de los carteles del narcotráfico en México.

La operación fue concebida en respuesta a las críticas de que la ATF durante años se concentró en personas con pequeñas infracciones a las leyes que controlan la venta de armas, en vez de atrapar a "peces gordos".

El escándalo de "Rápido y Furioso", que ha levantado ampollas en las relaciones entre Estados Unidos y México, se debe a que las autoridades perdieron el rastro a unas 2.000 armas y estas aparentemente fueron a parar a manos de narcotraficantes.

La fallida operación es objeto de investigaciones por parte del Congreso y del Departamento de Justicia y ha obligado a una reorganización del personal de ATF.

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