Tailandia se prepara ante una nueva oleada de protestas antigubernamentales

  • Tailandia se prepara ante el inicio mañana de una nueva oleada de protestas del movimiento antigubernamental, que pretende bloquear Bangkok para forzar la dimisión del Gobierno y evitar la celebración de elecciones.

Jordi Calvet

Bangkok, 12 ene.- Tailandia se prepara ante el inicio mañana de una nueva oleada de protestas del movimiento antigubernamental, que pretende bloquear Bangkok para forzar la dimisión del Gobierno y evitar la celebración de elecciones.

El llamado Comité Popular para la Reforma Democrática prevé colapsar de forma indefinida todo el tráfico de la ciudad de unos 10 millones de habitantes con concentraciones simultáneas en siete intersecciones entre sus principales avenidas.

Varios de sus seguidores acampados desde hace semanas en el centro histórico de la ciudad, comenzaron hoy a tomar posiciones en los nuevos puntos de una protesta que también persigue paralizar al gobierno impidiendo a los funcionarios acudan al trabajo y cortando la electricidad en edificios oficiales.

El colectivo, movilizado desde hace más de dos meses en los que forzó la disolución del Parlamento y el avance de elecciones al 2 de febrero, anunció la semana pasada esta nueva protesta que llega precedida por un aumento de la tensión.

Al menos ocho personas, entre ellas dos policías, han muerto desde noviembre en enfrentamientos de manifestantes con la Policía y con partidarios de la primera ministra, Yingluck Shinawatra, en varios brotes de violencia.

El último ocurrió la madrugada de ayer cuando unos desconocidos dispararon contra el campamento de los manifestantes, siete de los cuales resultaron heridos.

"Si se convierte en una guerra civil, lo dejaré. La vida de la gente muy importante para mi", dijo el líder de las protestas, Suthep Taughsuban, en una entrevista publicada hoy por el diario "The Nation".

"Si alguien instiga una guerra civil pediré a la gente que se vaya a casa", insistió Suthep, ex viceprimer ministro por el opositor Partido Demócrata, que se mostró confiado en la victoria de lo que llama "revolución popular".

El Gobierno desplegará 20.000 policías y militares en varios puntos de la ciudad para prevenir incidentes en puntos que incluyen la Casa del Gobierno, el aeropuerto de Suvarnabhumi, y las sedes de seis canales de televisión y de las agencias metropolitanas de suministro de agua y electricidad.

Suthep descartó cualquier negociación con el Gobierno interino, al que exige que dimita para sustituirlo por un consejo no electo que lleve a cabo una reforma del sistema político que considera corrupto y al servicio del ex primer ministro, Thaksin Shinawatra, hermano de Yingluck.

Thaksin, depuesto en un golpe militar en 2006, ha ganado directamente o a través de plataformas electorales afines, todas las elecciones desde 2001, gracias al apoyo de la población rural del norte y noreste del país que se benefició de sus políticas sociales.

Los antigubernamentales rechazan los comicios y exigen que se hagan las reformas antes de acudir a las urnas, donde Yingluck parte como favorita para revalidar la mayoría absoluta que logró en 2011.

Más de veinte partidos se presentan a las elecciones a pesar del boicot del Partido Demócrata, que no participará en los comicios, y de los antigubernamentales, que impidieron el registro de candidatos en circunscripciones del sur del país, feudo de la oposición.

El Partido Demócrata, el preferido de la elite y clases acomodadas de Bangkok, no gana unas elecciones generales desde 1992.

La Comisión Electoral pedirá mañana al Gobierno que aplace la votación, según el diario "Bangkok Post", ante el riesgo de que, por culpa del boicot, no salgan elegidos un número suficiente de diputados para formar el próximo Parlamento.

Uno de los miembros de la comisión, Somchai Srisuthiyakorn, sugirió el 4 de mayo como posible nueva fecha, que entraría dentro del período legal previsto tras la disolución del legislativo el mes pasado.

Ante la nueva oleada de protestas, unos 45 países han emitido alertas de viaje a Tailandia, entre ellos Estados Unidos, cuya embajada recomendó a sus ciudadanos residentes en el país que acumulen en casa dinero y víveres para dos semanas.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y Amnistía Internacional han pedido "contención" a todas las partes mientras el jefe del Ejército, el general Prayuth Chan-ocha, alertaba del riesgo de enfrentamientos e instaba a evitar la violencia.

Prayuth descartó la posibilidad de que haya un nuevo golpe de Estado, días después de que dejara entreabierta la posibilidad de una intervención del Ejército para desbloquear la actual crisis política.

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