Talibanes afganos dicen que las listas negras de EEUU no afectan a su lucha

  • Los talibanes afganos dijeron hoy que la red Haqqani es parte de su movimiento y que la decisión de EEUU de incluir a esta facción en su lista negra no afectará a la lucha del movimiento integrista contra las fuerzas extranjeras en Afganistán.

Kabul, 8 sep.- Los talibanes afganos dijeron hoy que la red Haqqani es parte de su movimiento y que la decisión de EEUU de incluir a esta facción en su lista negra no afectará a la lucha del movimiento integrista contra las fuerzas extranjeras en Afganistán.

"El Emirato Islámico no da ninguna importancia a las listas negras o blancas del enemigo", afirmaron los talibanes en un comunicado enviado a la prensa y difundido por la agencia afgana AIP.

"Muchos altos mandos (...) han sido incluidos en una u otra lista negra. Nunca ha dado resultados. Esta decisión será inútil como las anteriores", subrayaron.

Los talibanes también aseguraron que "no hay una organización separada bajo el nombre de Haqqani en Afganistán", sino que todas las facciones operan en la órbita del líder máximo talibán, el mulá Mohamed Omar.

"Los muyahidines que trabajan bajo el comando de los hijos de (Yalaludín) Haqqani son luchadores del Emirato Islámico al igual que otros afiliados que obedecen al líder supremo talibán y luchan contra las fuerzas de ocupación", explicaron los insurgentes.

Estados Unidos incluyó ayer en su lista negra de organizaciones terroristas a la red integrista Haqqani, organización responsable de algunos de los ataques más mortíferos contra las tropas estadounidenses en Afganistán.

La red Haqqani tiene, no obstante, su feudo en la región tribal paquistaní de Waziristán del Norte y Washington ha presionado en numerosas ocasiones a las autoridades de Pakistán para que lancen una operación militar en esa zona, algo que todavía no ha ocurrido.

Los contrarios a la inclusión de la red talibán en la lista argumentan que las decisión puede complicar las negociaciones de paz con los talibanes afganos.

A principios de año, los talibanes abrieron una oficina en el emirato de Catar para dialogar con EEUU, aunque los insurgentes anunciaron en marzo que suspendían las negociaciones por la falta de compromiso de Washington.

En pleno proceso de repliegue de las tropas de la OTAN, la guerra afgana se encuentra en una de sus fases más violentas, una década después de la invasión estadounidense y caída del régimen talibán.

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