¿Un tamayazo en la segunda votación de Rajoy? Las multas por indisciplina en el PSOE son 600 euros

  • Los diputados socialistas Tamayo y Sáez dejaron sin la Presidencia de la Comunidad de Madrid a Rafael Simancas en 2003 y se la dieron a Esperanza Aguirre.

    Circulan rumores, difundidos por algunos sectores del PP, de que la investidura de Rajoy podría salir adelante si hay 11 abstenciones de parlamentarios del PSOE.

Expertos opinan que el mandato del Rey a Rajoy decae si no es investido el viernes, aunque puede volver a proponerle
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EUROPA PRESS

Rafael Simancas estuvo a punto de ser presidente de la Comunidad de Madrid en 2003. Pero dos diputados transfugas, Eduardo Tamayo y María Teresa Saez, evitaron que el Gobierno regional cambiara de color ausentándose de la votación. Esperanza Aguirre ocupó el despacho presidencial en la Puerta del Sol.

Trece años después comienzan a circular insistentes rumores de que se produzca un tamayazo en la política nacional. Rajoy necesitaría en la segunda votación de este viernes la abstención de 11 diputados socialistas para ser investido presidente. Desde círculos populares se apunta a la posibilidad de que once parlamentarios del PSOE puedan abstenerse o marcharse del pleno en el momento de la votación.

Rumores aparte, el PSOE recoge en su normativa interna cuáles serían las sanciones en casos de indisciplina de voto. La rebelión saldría relativamente barata: los sociales establecen sanciones de hasta 600 euros dependiendo de si los hechos son leves o graves. Esta sanción se descuenta de la nómina siguiente de forma automática. El PP, por su parte, sanciona las indisciplinas de voto con entre 100 y 500 euros.Además de la sanción económica, en el caso de los dos partidos mayoritarios, romper con la disciplina de voto podría salir mucho más caro, más si cabe tratándose de una votación tan importante como la investidura de un presidente del PP.Teniendo en cuenta que el sistema de listas es cerrado, los diputados que deciden romper la disciplina de voto se enfrentan a no ser incluidos en las siguientes convocatorias y que sus carreras políticas incipientes terminen definitivamente por llevar la contraria a la decisión mayoritaria del grupo. Pasarían, además, una legislatura complicada, teniendo que abandonar el grupo parlamentario y pasar al Mixto."El Comité director podrá sancionar la emisión del voto contrario a la orientación acordada por el Grupo, cuando esta se haya realizado de forma voluntaria y haya sido manifestada explícitamente, sin perjuicio del mecanismo disciplinario previsto en los estatutos federales del PSOE", se puede leer en el Reglamento del PSOE en sus artículos 33 y 34.Casos de indisciplina en PP y PSOEPP y PSOE son los partidos que acumulan varios casos de indisciplina. Algunos parlamentarios han decidido en algún momento no 'pasar por el aro' en determinadas cuestiones morales, convicciones religiosas o que afectan negativamente a una región a la que están muy ligados.La última polémica se produjo en julio de 2015 on motivo de la votación en el Congreso de la minirreforma de la ley del aborto. Un grupo de diputados provida del PP consideraron que la reforma se quedaba corta y amenazaron con votar en contra. Finalmente todo quedó en la abstención de cinco parlamentarios. El portavoz del PP, Rafael Hernando, lo zanjaba de la siguiente manera. "Hay un reglamento, hay que cumplirlo".Una de las expertas en el PP en saltarse la disciplina de voto es Celia Villalobos que ha sido sancionada varias veces por ello. Por ejemplo en 2005 la veterana diputada votó a favor de la ley del matrimonio homosexual a la que su partido se opuso.Dos años antes, en 2003, el Congreso votó la polémica decisión de ir a la guerra de Irak. Muchos pidieron que el voto fuera secreto pensando que habría algún díscolo popular. No los hubo en la votación, pero sí hubo una víctima unas horas antes. El diputado del PP Luis Acín renunció a su escaño y se dio de baja del partido por no estar de acuerdo con la decisión del gobierno de Aznar.Otro de los casos más sonados en las filas del PP fue el del histórico dirigente y exalcalde de León, Juan Morano Masa, que en el pleno del Senado rechazó votar a favor del recorte a las ayudas a la minería: "He obrado con arreglo a mi conciencia y defendiendo aquello en lo que creo".En el caso del PSOE también se han dado bastantes casos de diputados díscolos. Entre los nombres más importantes se encuentra Carme Chacón, que en 2013 fue sancionada por la dirección del Grupo Socialista por no respetar la disciplina de voto en el debate de dos iniciativas de CiU e ICV sobre el derecho a decidir. Los diputados del PSC votaron a favor y los del PSOE, en contra. Ella se ausentó de la votación. Antonio Gutiérrez, exsecretario general de CCOO no votó a favor de la reforma laboral de Zapatero en 2010. Simplemente se abstuvo rompiendo de nuevo la disciplina de partido.En 2014 al menos dos diputados, entre ellos el miembro de Izquierda Socialista Manuel de la Rocha (actual secretario de Economía del partido), solicitaron a la dirección libertad de voto en una moción para celebrar un referéndum sobre Monarquía o República, pero la dirección pidió que se respetara la disciplina en este "tema de Estado" .En la proclamación de Felipe VI pasó más de lo mismo. En esa votación sí hubo disidencias: el diputado vasco Odón Elorza decidió abstenerse, mientras que otros dos socialistas (el balear Guillem García Gasulla y la gallega Paloma Rodríguez) optaron por no participar en la votación de la ley que dio luz verde a su proclamación.¿Qué ocurre en otros países... y qué dice la Constitución?Los parlamentos griego y alemán sometieron a votación el tercer rescate de la Unión Europea a la economía griega. En ambos parlamentos se dio luz verde de forma arrolladora a dicho rescate, pero hubo un elevado número de parlamentarios díscolos.En el caso de Alemania, hasta 63 diputados de la CDU votaron en contra del paquete de medidas que autorizaba 86.000 millones a Grecia. Poco importó porque el parlamento alemán lo aprobó con una abrumadora mayoría ayudado por el otro socio de la gran coalición, los socialdemócratas. 

Los diputados germanos, según la Constitución, no están ligados a ningún mandato y están sujetos "únicamente a su conciencia". Además, la norma dice que no pueden ser "responsabilizados" ni sometidos a un procedimiento judicial o disciplinario como consecuencia de su voto.

En Grecia, el texto, que obtuvo 222 votos a favor, 64 en contra y 11 abstenciones, fue aprobado gracias a los votos de la oposición. El parlamento griego aprobó el tercer rescate, a mediados de agosto, gracias a los votos de Nueva Democracia y el PASOK y los 118 votos de la coalición gobernante de Syriza y Anel. Lo que quiere decir que 44 votos negativos vinieron de estos dos últimos partidos.

La Constitución española recoge en su artículo 67 que "los miembros de las Cortes Generales no estarán ligados por mandato imperativo" y el 79 especifica que "el voto de senadores y diputados es personal e indelegable".

La Constitución francesa por ejemplo dice que el mandato imperativo a la hora de votar es "nulo" y que el derecho a voto de los parlamentarios es "personal", aunque sí hay disciplina de voto en los partidos. Es un caso parecido al de España pero, sin embargo, el país vecino ha vivido votaciones polémicas en las que parte del partido que apoya al Gobierno ha dado la espalda al ejecutivo. Así pasó a principios de año cuando hasta 40 diputados socialistas amenazaron con votar en contra de la ley Macron. Finalmente tuvo que aprobarse por decreto por temor a los disidentes.

En otros países, como en Estados Unidos, los congresistas se eligen de forma diferente y se deben a sus votantes, lo que hace en muchas ocasiones voten diferente a las directrices de repúblicanos o demócratas.

En Italia, la Constitución dice exactamente lo mismo que la española, y añade que no se puede pedir explicaciones por el sentido del voto a los diputados. No tienen problema en saltársela. El año pasado Beppe Grillo, pidió la dimisión de los senadores de su partido que votaron a favor del nombramiento de Pietro Grasso, del PD, como presidente de la Cámara, cuando él había ordenado que no se votara a favor.

En otros países como en Reino Unido también hay libertad de voto en sus señorías, y como es el caso de Estados Unidos, se deben a sus votantes que han sido elegidos en listas abiertas y en sus distritos. En el mundo del parlamentarismo británico existe la figura del 'Whip', que es el encargado de tratar que los diputados voten lo mismo y de buscar la homogeneidad en el discurso. En España esta posición la suele hacer el Secretario General del Grupo parlamentario. 

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