ETA se está quedando sin líderes. Tras las últimas detenciones de David Pla e Iratxe Sorzábal, la banda ha debido buscar rápidamente un sustituto. El elegido es Mikel Irastorza, de 40 años y probablemente el jefe con un perfil más alejado de lo que es un terrorista al uso que ha tenido ETA jamás.
Llegado directamente de Ekin, Irastroza no tiene ninguna experencia en la denominada 'lucha armada'. Por el contrario, siempre ha destacado por su actividad política.
A pesar de que, sobre el papel, pudiera parecer que esta elección facilita que ETA se disuelva definitivamente, fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por lainformación.com, no dudan en señalar su temor ante el hecho de que la "generación Ekin" esté controlando a la banda.Sin experiencia en la 'lucha armada'
En primer lugar porque se trata de gente inexperta. "Han vivido inmersos en el entorno de la banda, pero no saben dirigir una organización tan compleja como ETA, donde la parte militar y la política, y más en los últimos años, chocan a menudo. Es difícil que alguien que no ha cogido una pistola en su vida, explique a alguien con crímenes de sangre que sabe más de 'lucha armada' que él", mantienen los expertos en la lucha antiterrorista.
Inevitablemente se producirán enfrentamientos y distanciamientos que harán que los sectores más duros de ETA ejerzan una gran presión sobre las cúpulas. Y, repito, por su inexperiencia, no será fácil que resistan esta presión. Aunque por el momento una vuelta a las armas no es una hipótesis probable es importante no olvidar que ETA no se ha terminado", cuentan estas fuentes.Inflexibles, impredecibles y fanatizados
"Por otro lado, los provenientes de Ekin han bebido del discurso radical de ETA, pero es un discurso aprendido, nunca se han parado a reflexionarlo, al contrario que muchos dirigentes históricos. En cualquier puesto de dirección hay que saber adaptarse y son demasiado inflexibles. No podemos prever tan fácilmente sus reacciones como nos ocurría antes. Y en temas tan delicados, que alguien sea impredecible es un riesgo muy grande", continúan.
Además, Ekin siempre ha actuado como comisariado político, con todo lo que ello conlleva. "Nos encontramos con una cúpula formada por individuos profundamente fanatizados, acostumbrados a imponer su decisiones y que ahora además cuentan con el control sobre las armas y explosivos que ETA esconde en sus zulos", desvelan.Intentarán pactos con los nacionalistas
Con todo ello, Irastorza tiene claro que la única salida de ETA es pactar. "Una persona que ha dirigido Ekin y ha sido portavoz Foro de Debate Nacional, una plataforma impulsada por Eusko Alkartasuna (EA) y Batasuna, sabe cómo negociar. Unido a la inflexibilidad que ha caracterizado a esta generación, puede dificultar mucho la labor del Estado para, por ejemplo, que entreguen las armas o ayuden a esclarecer los más de 300 crímenes de los que todavía se desconoce quién fue su autor material", afirman estas fuentes.
Por último, preocupa el objetivo que Irastroza siempre ha defendido: la suma de fuerzas nacionalistas para articular un espacio que persiga la independencia. "No sabemos qué pasará, pero intentarán que intentarán tentar a los sectores más independentistas, está claro", vaticinan.Ekin quería controlar ETA
Ya desde el día que ETA anunció el 'fin de la violencia', Ekin tuvo claro cúal sería su papel. "No nos vamos a nuestra casa, sino que continuaremos trabajando en el ámbito de la militancia o la construcción nacional en general, conscientes de que el reto que tiene Euskal Herria en este momento es grande, pero los que van a venir son mayores todavía. El capital político y humano de Ekin es un activo muy válido en la dirección marcada por la izquierda abertzale con su nueva estrategia", aseguraron los dirgentes. En vista de la nueva cúpula, no mentían.¿Qué es Ekin?
La organización Ekin nace en septiembre de 1999, como la heredera de la ilegalizada Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS). Sus funciones eran claras: la aplicación de la estrategia "político-militar" del conjunto organizativo del MLNV, el diseño táctico y estratégico, el control de todas las organizaciones "sectoriales", dotándolas de "globalidad", el control de las relaciones exteriores, la dirección de las formas de violencia complementarias a la de ETA, el control del colectivo de presos y huidos de ETA, y la gestión financiera.
Se definió desde sus inicios como una organización independentista, revolucionaria, nacional y euskaldún para agitar la sociedad y fortalecer las luchas populares, sin embargo, desde instancias judiciales se la consideró como el comisariado político de ETA, con el objetivo de velar por el cumplimiento de sus directrices entre las organizaciones de la izquierda abertzale, así como de a la difusión de los Zutabes y la organización del Gudari Eguna como el acto anual de homenaje a los miembros de ETA fallecidos.
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