Bogotá, 6 feb.- La localidad colombiana de Caloto, donde en la víspera estallaron dos carros bomba y se desataron fuertes combates entre el Ejército y las FARC, vive hoy "una tensa calma" bajo el temor de que haya nuevos enfrentamientos, según dijo a Efe su secretario de Gobierno, Jesús Arbey Martínez.
"Hay tranquilidad aparente, aunque la gente está a la expectativa de ver en qué momento se reinician los enfrentamientos armados", afirmó Martínez en una conversación telefónica.
Caloto, población de unos 18.000 habitantes y enclavada en el convulso departamento del Cauca (suroeste de Colombia), vivió el martes la jornada más violenta desde que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dieron por finalizado, el pasado 20 de enero, un alto el fuego unilateral decretado dos meses antes.
Dos personas, un civil y un soldado, perdieron el martes la vida en Caloto, el primero como consecuencia de la explosión de uno de los dos carros bomba y el segundo en los enfrentamientos librados en la misma zona durante toda la jornada entre guerrilleros del frente sexto de las FARC y el Ejército.
El primero de los vehículos cargado de explosivos estalló en El Palo, a las afueras de Caloto, cerca de un retén militar, y el segundo fue detonado simultáneamente en un surtidor de agua que abastece esa área, informó el Ejército.
"La situación de orden público ahora mismo y tras un monitoreo por todo el municipio es de normalidad", señaló Martínez a Efe.
El secretario de Gobierno aseguró que éste es el primer incidente que se registra en Caloto desde que el 20 de enero llegó a su fin el cese el fuego de la guerrilla anunciado en noviembre, justo cuando comenzaron los diálogos de paz en La Habana.
"Cuando unilateralmente la guerrilla de las FARC decretó el cese al fuego los enfrentamientos bajaron de intensidad y se calmaron por completo", indicó.
Según Martínbez, tan sólo se registraron enfrentamientos los dos primeros días de tregua, en noviembre.
Para el funcionario, "es impredecible saber si los enfrentamientos pueden ir a más", ya que el Gobierno considera a Caloto como una "zona de consolidación territorial", es decir, área en la que "hay presencia de cultivos ilícitos y contingentes armados al margen de la ley".
Esa situación genera constantes combates entre la Fuerza Pública y las FARC, argumentó.
Los municipios del Cauca que más combates entre las fuerzas de seguridad del Estado y la guerrilla han registrado en los últimos años son Caloto, Santander de Quilichao, Toribío, Corinto y Miranda; a los que se suman Pradera y Florida, en el vecino departamento del Valle del Cauca.
"En el caso concreto de Caloto hay presencia de cultivos ilícitos de marihuana y coca, y también hay mucha presencia guerrillera", reconoció Martínez.
A su juicio, "las garantías de la población que vive en esa zona son muy pocas porque quedan inmersas en un conflicto que mientras esté vigente, también lo estarán las amenazas contra la población civil". EFE.
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