Todos los vecinos afectados regresan esta tarde a sus casas salvo una familia

  • Las veinticinco familias de Ermua desalojadas hoy de sus casas como consecuencia de un desprendimiento de tierra podrán regresar esta misma tarde a sus hogares, a excepción de los inquilinos del primer piso, que serán realojados, según ha informado un portavoz municipal.

Bilbao, 21 abr.- Las veinticinco familias de Ermua desalojadas hoy de sus casas como consecuencia de un desprendimiento de tierra podrán regresar esta misma tarde a sus hogares, a excepción de los inquilinos del primer piso, que serán realojados, según ha informado un portavoz municipal.

El suceso ha ocurrido a las siete y cuarto de esta mañana, cuando una parte de la ladera de un monte se ha desprendido en la calle Sakona como consecuencia de las intensas lluvias caídas en los últimos días.

La tierra y las rocas caídas han sepultado una veintena de coches y han afectado a un edificio, cuyos vecinos han sido desalojados. Aunque no se han registrado heridos, los servicios de emergencia han atendido en el lugar a algún vecino que presentaba un cuadro de ansiedad, ha señalado la Ertzaintza.

Debido a la gran cantidad de tierra y roca que ha caído sobre la calzada, agentes de la Policía vasca, ayudados por perros, han rastreado la zona hasta las 09.20 horas para descartar, como así ha ocurrido, que hubiera personas sepultadas.

A las doce del mediodía, ha precisado el portavoz municipal, se ha reunido con carácter de urgencia una comisión técnica de coordinación y seguridad, formada por un geólogo, técnicos de Protección Civil, un coordinador de emergencias del Gobierno vasco, arquitectos municipales, las empresas que hicieron las obras de la zona afectada, así como responsables de la Ertzaintza y la Policía Municipal.

La comisión, que se ha reunido durante algo más de una hora, ha concluido que el peligro está controlado, por lo que los vecinos desalojados podrán volver a sus casas esta misma tarde, a excepción de la familia del primer piso, ya que la tierra y rocas caídas superan los dos metros de altura y, en caso de un nuevo desprendimiento, la tierra podría alcanzar la primera planta.

Los arquitectos y geólogos han examinado el estado de los cuatro pilares del edificio y han constado que el inmueble ha aguantado "muy bien" el impacto del desprendimiento y que solo uno de ellos presenta una pequeñas fisuras por el golpe de una roca de gran tamaño.

En este pilar los técnicos van a colocar unos testigos en las fisuras y estudiarán cómo evoluciona la columna en las próximas horas.

Además, la comisión ha decidido comenzar hoy mismo con los trabajos para asegurar el talud y el vial que rodea el edificio y que ha quedado cortado.

Estas primeras tareas tendrán como objetivo construir una plataforma con una malla de seguridad para garantizar que, en caso de que vuelva a desprenderse tierra del monte (se esperan más lluvias en las próximas horas) se pueda neutralizar y no llegue a las viviendas.

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