Toma posesión el Gobierno del conservador Tony Abbott en Australia

  • El primer ministro de Australia, Tony Abbott, tomó hoy posesión del cargo junto al resto de su Gobierno tras ganar en las últimas elecciones generales que pusieron fin a seis años de gobierno laborista.

Rocío Otoya

Sídney (Australia), 18 sep.- El primer ministro de Australia, Tony Abbott, tomó hoy posesión del cargo junto al resto de su Gobierno tras ganar en las últimas elecciones generales que pusieron fin a seis años de gobierno laborista.

El líder conservador juró como vigésimo octavo primer ministro australiano ante la gobernadora general de Australia, Quentin Bryce, quien recordó "la gran responsabilidad" que recae sobre los hombros del nuevo jefe del Ejecutivo.

"Estamos preparados para honrar nuestros compromisos", indicó Abbott en su discurso antes de presentar a su gobierno formado por 18 ministros del Gabinete, 11 titulares de carteras externas y 12 secretarios parlamentarios.

El líder de la coalición de los partidos Liberal y Nacional indicó que el nuevo Ejecutivo "resolverá los problemas apoyándose en los valores y no en la ideología".

Abbott aseguró que "honrará" su compromiso electoral de eliminar el impuesto al carbono, detener el flujo de embarcaciones con inmigrantes ilegales, mantener el presupuesto bajo control y modernizar la red de comunicaciones.

"Hoy no es solamente un día de ceremonia, es un día de acción. El pueblo australiano espera que nosotros vayamos directamente a trabajar y es lo que este Gobierno hará", dijo Abbott.

Inmediatamente después de los actos oficiales, el nuevo gobierno tomó las primeras decisiones y anunció a través de un comunicado el despido de tres altos funcionarios y la próxima salida del secretario de la oficina del Tesoro a mediados de 2014.

En la campaña, Abbott prometió recortar 12.000 puestos de trabajo en el sector público durante su mandato para ahorrar unos 5.000 millones de dólares locales (4.671 millones de dólares o 3.498 millones de euros) del presupuesto federal.

El recorte forma parte de los planes para ahorrar 36.664 millones de dólares (27.827 millones de euros) en esta legislatura hasta lograr un superávit presupuestario del actual déficit de más de 27.570 millones de dólares (20.916 millones de euros).

El primer ministro también anunció que iniciará de forma "inmediata" los trabajos para elaborar la legislación que permita abolir el impuesto a las emisiones de carbono que el Gobierno laborista introdujo en 2012 para combatir el cambio climático.

La retirada del impuesto, que grava las emisiones de las empresas contaminantes, no será fácil para el Gobierno australiano, que controla la Cámara Baja con 90 de sus 150 diputados, pero que estará en minoría en el Senado hasta mediados de 2014 ante el Partido Laborista y el Verde.

Abbott, que presidió su primera reunión ministerial, impulsará un sistema de visados de protección temporal para los solicitantes de asilo que intenten alcanzar la costa de su país por la vía marítima como parte de su política contra la inmigración ilegal.

La de la inmigración será una de las cuestiones que el dirigente australiano abordará con el gobierno de Indonesia durante la visita que hará a ese país el próximo 30 de septiembre.

El nuevo gobierno anunció una reestructuración del sector público que traslada los servicios para refugiados e inmigrantes del Ministerio de Inmigración al de Servicios Sociales, que también velará por los ancianos y los discapacitados.

La agencia de cooperación extranjera AusAID se integrará en el ministerio de Asuntos Exteriores y el Servicio de Aduanas y Protección de Fronteras pasará de ser responsabilidad de la Fiscalía General al Ministerio de Inmigración.

"Esperamos ser juzgados por lo que hagamos en lugar de por lo que hemos dicho que íbamos a hacer", subrayó Abbott que tomó posesión jurando lealtad a la reina Isabel II de Inglaterra, jefe de Estado de la excolonia británica.

A pesar del declive de la bonanza del sector minero, Australia goza de una fuerte economía con un crecimiento sostenido durante más de dos décadas, una tasa de paro del 5,8 %, una inflación del 2,4 % y la máxima puntuación de la deuda por parte de las tres principales agencias calificadoras.

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