Toxo dice que el problema no es que se rechace la formación, sino que no la hay

  • Madrid.- El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, advirtió hoy de que el problema de los desempleados no es que rechacen o no cursos de formación sino que no hay dichos cursos ni tampoco ofertas de empleo para este colectivo.

Toxo dice que el problema no es que se rechace la formación, sino que no la hay
Toxo dice que el problema no es que se rechace la formación, sino que no la hay

Madrid.- El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, advirtió hoy de que el problema de los desempleados no es que rechacen o no cursos de formación sino que no hay dichos cursos ni tampoco ofertas de empleo para este colectivo.

En declaraciones a Onda Cero, Toxo dijo que el debate "artificioso" que se ha generado con la enmienda que ayer aprobó el Senado al proyecto de ley de la reforma laboral, por la que se rebaja de 100 a 30 días el periodo del que los parados disponen para rechazar cursos de formación, "es una cortina de humo" del Gobierno para despistar sobre su incapacidad para generar empleo.

"El problema no está en los parados o paradas que rechazan cursos de formación u ofertas adecuadas de empleo, el problema es que no se les ofrecen ni cursos de formación ni ofertas de empleo", sentenció.

Por otro lado, Toxo insistió en que la huelga general convocada para el 29 de septiembre será un éxito, si bien admitió que podría "valorar" su futuro al frente de CCOO si supone un fracaso.

"Si estamos tan fuera de onda y despistados del estado de ánimo y opinión de los trabajadores como para llegar a una situación de esas características (el fracaso de la huelga general) tendríamos que valorarlo", reconoció.

En cualquier caso, el líder sindical insistió en que, en los meses en que lleva recorriendo España para animar a los trabajadores a secundar el paro, ha percibido que, a medida que la gente conoce el calado de la reforma laboral, "crece la indignación" y eso se plasmará en la huelga.

Insistió en que la reforma laboral es sólo una "reformita" para crear empleo de calidad y supone una "gran reforma" en términos de "capacidad coercitiva" de las empresas para despedir e introducir elementos de flexibilidad interna al margen de la negociación colectiva.

Tras reiterar la postura "errática" del Gobierno en la negociación de la reforma con los agentes sociales, Toxo lamentó que en la tramitación parlamentaria el Ejecutivo "ha improvisado a medida que iba tratando de tejer alianzas".

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