Lisboa, 7 dic.- Los 828 civiles portugueses que trabajan en la base estadounidense situada en Las Lajes, en la isla lusa Terceira, en Las Azores, se reducirán a la mitad debido a la retirada de la mayor parte del contingente militar de EEUU.
En una comisión parlamentaria, el ministro de Defensa de Portugal, Pedro Aguiar Branco, detalló que, de los 828 empleados, a 617 los paga el Departamento de Defensa de EEUU (disminuirán a unos 320 después de la reestructuración) y los 211 restantes se benefician de fondos procedentes de los ingresos locales.
La base aérea de Las Lajes, con cerca de 10 kilómetros cuadrados de extensión y creada durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), pasó a controlarla Estados Unidos durante la Guerra Fría debido a su valor estratégico, situada en el océano Atlántico casi a medio camino entre Europa y EEUU.
En la comisión parlamentaria, el ministro de Exteriores de Portugal, Paulo Portas, se lamentó de la decisión de EEUU y alertó de las posibles consecuencias de la retirada.
"Si hay una reducción de la presencia militar estadounidense en Las Lajes, se puede esperar que haya consecuencias proporcionales acerca de las facilidades que Portugal concede" a EEUU allí, comentó Portas.
El presidente de la región autónoma de las Azores, Vasco Cordeiro, prevé un impacto estimado del 6 por ciento del PIB de la isla Terceira -una de las nueve del archipiélago- y un 1,5 % en el de la región si se materializa la disminución de efectivos.
La base de Las Lajes ha perdido importancia para EEUU en las últimas décadas, especialmente desde la caída del Muro de Berlín (1989) y la entrada de Portugal en la UE (1986), y su nivel de militares se redujo paulatinamente hasta menos de un millar.
Actualmente, su principal misión es apoyar el tráfico de aparatos militares de EEUU, de aliados y de la OTAN entre los que figuran el C-17 Globemaster, C-130 Hercules, C-5 Galaxy, F-15 Eagle, F-16 Fighting Falcon, A-10 Thunderbolt II y los aviones cisterna KC-10 y KC-135.
A finales de 2010, Las Lajes ocuparon la atención mediática lusa por los cables de WikiLeaks, en los que se revelaban conversaciones diplomáticas entre EEUU y el Gobierno de Lisboa para permitir el paso de aviones con prisioneros de Guantánamo por el espacio aéreo portugués y el uso de la propia base.
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