Madrid, 19 mar.- El Condado de Treviño, integrado por los Ayuntamientos de Treviño y La Puebla de Arganzón, junto con sus pedanías, fue fundado en 1.160, tiene una extensión de 222 kilómetros cuadrados y está situado a 17 kilómetros de Vitoria y a cien de Burgos.
La mayoría de sus 2.000 habitantes se han mostrado partidarios en varias ocasiones de segregarse de Burgos y Castilla y León y de anexionarse a Álava y Euskadi. De hecho, ya en 1646 la Junta y Regimiento, concejo, vecinos y moradores de Treviño y su Condado solicitaron su anexión por la elevada presión fiscal a que eran sometidos.
La última vez que lo solicitaron fue el pasado 6 de febrero, cuando el Parlamento Vasco decidió llevar al Congreso de los Diputados una ley orgánica para modificar los límites tanto de Castilla y León como del País Vasco, con el fin de que el enclave burgalés de Treviño se anexione a Álava.
Al ser una ley orgánica, no requiere del visto bueno de la Junta de Castilla y León, que se opone a la segregación.
Treviño ha vuelto a la actualidad por el fallecimiento de una niña de La Puebla de Arganzón, que ha evidenciado las dificultades que presenta la prestación de la sanidad en un enclave que a pesar de estar ubicado en Burgos, es próximo al País Vasco.
A lo largo de su historia y desde 1646, Treviño ha reclamado su anexión a Álava en numerosas ocasiones.
En 1880, fue la Diputación de Alava, tras la abolición foral, la que solicitó la agregación pero la crisis económica que existía a raíz de la tercera guerra carlista, no permitió que prosperase.
En 1919, la Cámara de Comercio e Industria de Vitoria pidió a la comisión encargada de proponer las bases de un régimen autonómico vasco que se incluyera también a Treviño, proyecto autonómico que no se llegó a desarrollar.
Los dos ayuntamientos del condado en 1938 iniciaron la solicitud para su incorporación pero con la Guerra Civil se paralizó la tramitación.
En 1940 solicitaron de nuevo su paso a Álava y la diputación alavesa emitió un informe favorable, sin embargo la diputación de Burgos acusó a los promotores de actuar movidos por motivos económicos. Los dos ayuntamientos retiraron la petición.
En 1958 se hizo una consulta entre los concejos y la mayoría lo apoyaron, pero el expediente fue paralizado por el gobierno en Madrid.
Con la Constitución y la democracia ya instaurada, se planteó de nuevo la cuestión de este enclave, en 1980 y en 1998, dos intentos que no prosperaron por la oposición de Castilla y León.
Por tercera vez, en 2013, los dos ayuntamientos que forman Treviño decidieron iniciar el proceso de segregación.
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