Madrid, 15 dic.- El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a díez años de cárcel que impuso la Audiencia de Palma a Miguel Ángel C.P., de 21 años, conocido como el "violador de Es Castell", como autor de seis delitos de agresión sexual cometidos en Menorca durante el año 2010 contra otras tantas mujeres.
La Sala de lo Penal del TS desestima así el recurso del acusado que cuestionaba que las agresiones a esas seis mujeres, algunas de ellas admitidas por él, fueran con la intención de atacarlas sexualmente.
El alto tribunal rechaza este argumento porque "en todos los casos eran mujeres jóvenes que transitaban solas por la calle" a las que abordaba por la espalda para luego tratar de tirarlas al suelo en un lugar apartado y las sometía a tocamientos, "sin que en ninguno de los casos les llegase a arrebatar" sus pertenencias, "con lo que el móvil no podía se económico".
Por ello concluye que no pudo haber otro motivo para acechar a esas seis mujeres, a una de la cuales llegó a penetrar vaginalmente, más que "el deseo de satisfacer sus instintos sexuales".
De este modo, añade el TS, la convicción de la Audiencia de Palma "sobre el ánimo libidinoso que guiaba la conducta del recurrente", no puede "reputarse irracional o arbitraria, muy al contrario es perfectamente acorde con las reglas de la lógica y las máximas de la experiencia".
La Audiencia Provincial condenó a diez años al acusado, en prisión desde julio de 2010 tras ser detenido en Mahón, como responsable de un delito de agresión sexual con penetración, tres delitos de agresión sexual en grado de tentativa y dos delitos de agresión sexual consumados.
La Fiscalía había solicitado una pena de 29 años de cárcel, mientras que la defensa solicitó la libre absolución del acusado o bien que los hechos enjuiciados fueran calificados como constitutivos de cuatro faltas de lesiones.
La sentencia declaró probado que Miguel Ángel cometió el 10 de abril de 2010 una agresión sexual con penetración contra una mujer que se hallaba en la parada de autobús de rotonda de Son Vilar (Es Castell).
El 17 de abril intentó agredir a otra joven en el puerto de Mahón, pero la chica salió corriendo, y al día siguiente persiguió en la calle Agamenón de Es Castell a otra muchacha, a la que dio alcance, la tiró sobre la tierra, la agarró por detrás y le tapó la boca mientras realizaba tocamientos con ánimo libidinoso.
El 27 de mayo, en la urbanización Son Vilar, también del municipio de Es Castell, se abalanzó sobre otra mujer, a la que arrastró a la entrada de unos apartamentos.
La golpeó en la cara y abandonó el lugar ante los gritos de la víctima, lo que impidió que consumara la agresión sexual.
El 4 de julio, el joven, cuando estaba en las inmediaciones del aparcamiento de Sa Sínia des Cuc (Mahón), se abalanzó sobre otra mujer, la tiró al suelo y la golpeó, pero la víctima consiguió darse a la fuga.
Tres días más tarde, embistió con el coche que conducía a una motocicleta en la que circulaba una muchacha, que cayó al suelo.
A continuación la empujó contra una pared, le golpeó la cabeza y le tocó los pechos y los genitales por encima de la ropa al no poder bajarle los pantalones.
Para fundamentar la condena, los magistrados concedieron el valor de prueba de cargo a las declaraciones de las víctimas, lo que fue "suficiente para extraer una conclusión de condena y para entender enervada la presunción de inocencia que ampara al acusado".
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