TSJA rechaza los servicios mínimos de la Junta en huelga de basura de Sevilla

  • El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) considera "notoriamente insuficientes" los servicios mínimos decretados por la Junta en la huelga de basuras de la empresa municipal de limpieza de Sevilla, Lipasam, que duró once días y acumuló más de 7.000 toneladas de residuos.

Sevilla, 30 oct.- El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) considera "notoriamente insuficientes" los servicios mínimos decretados por la Junta en la huelga de basuras de la empresa municipal de limpieza de Sevilla, Lipasam, que duró once días y acumuló más de 7.000 toneladas de residuos.

La resolución de la sala de lo Contencioso Administrativo del TSJA, a la que ha tenido acceso Efe, tiene fecha del 29 de octubre y en ella el tribunal da la razón a Lipasam cuando casi nueve meses antes, el 31 de enero, se quejó de los servicios mínimos decretados por la Junta ante la huelga indefinida convocada por los trabajadores desde el 27 de enero.

Según el TSJA, "los servicios mínimos establecidos por la Junta de Andalucía son y han sido insuficientes", lo que se demuestra con "toda la documentación, reportajes gráficos e informes aportados respecto al taller y recogida de residuos".

En la huelga, prosigue el tribunal, se "ocasionó la acumulación de miles de toneladas de basuras en los alrededores de los contenedores, que impedían además la recogida mecanizada y suponen un grave obstáculo para la circulación de peatones y vehículos y, por supuesto, con una grave incidencia en la salud pública".

El tribunal recuerda que en las huelgas que afectan a "servicios esenciales de la comunidad debe existir una razonable proporción entre los sacrificios que se impongan a los huelguistas y los que padezcan los usuarios".

Sin embargo, en este caso el juicio de proporcionalidad de la Administración "carece de los criterios de ponderación necesarios" y "no garantizan el funcionamiento de los servicios fijados", concluye el TSJA.

El acuerdo para concluir la huelga se alcanzó el 7 de febrero tras una reunión entre el comité de empresa y la dirección, y se aprobó por 845 votos a favor y 135 en contra, mientras que 7 votos fueron en blanco y 2 nulos.

La votación fue mediante voto secreto, a diferencia de la organizada un día antes, cuando votando a mano alzada y por aclamación se decidió proseguir la huelga.

Los trabajadores, que, en principio, rechazaban una rebaja salarial del 5 por ciento, la aceptaron finalmente del 3,6 por ciento.

Una reivindicación de los huelguistas era que la jornada semanal de 37,5 horas se cumpliera cada semana y no se pudieran acumular dos horas y media a la semana para desempeñarlas posteriormente en Semana Santa, Feria, Navidad y verano, cosa que consiguieron, con lo que los refuerzos de esas fechas habrán de hacerse con eventuales.

La dirección de la empresa, por su parte, ha logrado en la negociación ampliar la bolsa de trabajo, de cuatrocientos a setecientos puestos en la lista de espera.

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