Túnez avanza hacia la reconciliación con la nueva Asamblea Constituyente

  • La inauguración hoy de las sesiones de la Asamblea Constituyente, surgida de las primeras elecciones democráticas tunecinas del pasado 23 de octubre, supone un avance hacia la reconciliación del país y el comienzo de la "Segunda República".

Miguel Albarracín

Túnez, 22 nov.- La inauguración hoy de las sesiones de la Asamblea Constituyente, surgida de las primeras elecciones democráticas tunecinas del pasado 23 de octubre, supone un avance hacia la reconciliación del país y el comienzo de la "Segunda República".

"Hoy se inaugura la Segunda República que consagrará los principios de la revolución para rendir un homenaje a los jóvenes muertos", dijo el presidente interino del país Fuad Mebaza durante la ceremonia de inauguración, presidida por el parlamentario de más edad, Tahar Hamila.

La primera sesión, con la que se estrenó la Asamblea Nacional Constituyente, vivió una actividad febril en la que los discursos dieron paso a la elección del nuevo presidente de la flamante institución, que deberá redactar la nueva Constitución del país.

El líder del Frente democrático por el Trabajo y las Libertades, (FDTL-Takatol), Mustafá Ben Yafaar, se convirtió así en el presidente de la Cámara con 145 votos a favor, frente a la candidata del opositor Partido Democrático Progresista (PDP), Maya Zribi, que obtuvo 68 votos.

Zribi, secretaria general del PDP, alegó ante la cámara que se presentaba al cargo en "defensa de un mayor pluralismo una vez acabada la época del pensamiento único", en referencia a la dictadura del presidente Zine El Abidine Ben Alí, que abandonó el país el 14 de enero.

No obstante, la elección de Ben Yafaar no sorprendió a nadie, ya que su candidatura fue fruto de un acuerdo alcanzado ayer entre su partido, el Takatol, el movimiento conservador islámico Al Nahda, mayoritariamente representado en la asamblea con 89 escaños, y los nacionalistas del Consejo Por la República (CPR), que cuentan con 29 asientos.

Según este pacto, que propone que los trabajaos de la nueva cámara no se prolonguen mas allá de doce meses, la presidencia del país recaerá sobre el líder del CPR, Moncef Marzuki, y la jefatura del cuarto gobierno de transición en el secretario general de Al Nahda, Hamadi Yabali.

Desde primeras horas de la mañana, los 215 legisladores, de los 217 que forman la Asamblea, que no quisieron perderse la inauguración, fueron ocupando sus escaños en el Palacio del Bardo, que se remonta al siglo XIX, cuando los Beys (reyes), de origen turco, dirigían el país.

Los nombres de la mayoría de los presentes hoy en la sala estuvieron hasta la caída de Ben Ali engrosando las listas negras elaboradas por el viejo régimen.

"Ha sido el día más feliz. Un giro en la historia de Túnez" declaró Moncef Marzuki, de 66 años, y candidato a ocupar la presidencia del país.

Por su parte, el portavoz del izquierdista Movimiento de los Patriotas democráticos (MPD), Chukri Bel Aid, dijo a EFE que "por primera vez en su historia, el país cuenta con una estructura que puede hacer cambiar las cosas".

"Ha finalizado la primera etapa de la transición" y ahora toca "traducir las aspiraciones del pueblo en una nueva Carta Magna, cuya redacción es el principal objetivo de la Asamblea Nacional Constituyente", dijo en el mismo sentido Mebaza en el discurso de apertura de las sesiones.

Durante las próximas semanas, se espera que no decrezca la acelerada actividad mostrada hoy por los legisladores, que a través de la comisión para el reglamento interior, deberán establecer el funcionamiento de la Asamblea y fijar las prerrogativas del presidente del Estado y del Gobierno.

Una vez que las bases se hayan fijado, se procederá a la votación del presidente del Estado y de primer ministro, antes de elegir un nuevo Gobierno.

Según fuentes cercanas a las conversaciones para la formación del nuevo ejecutivo el grupo Takatol podría optar a cuatro ministerios menores: Agricultura, Medio Ambiente, Enseñanza Superior y Salud Pública.

La histórica oportunidad que brindó la primera sesión de la Asamblea Constituyente no quiso ser perdida tampoco por grupos minoritarios extraparlamentarios, asociaciones feministas y defensores de los Derechos Humanos, para que su voz fuera escuchada.

Así, unas 4.000 personas se concentraron ante la sede del Parlamento para exigir que la nueva Carta Magna consolide los derechos de las mujeres, para que se suprima la pena de muerte, para pedir que se juzgue a los francotiradores que causaron decenas de muertos durante la represión de las revueltas o para denunciar la supuesta intromisión de terceros países, como Catar, en la política nacional.

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