Turismo sin lavado 'verde'

El caso de España es citado en los foros sobre el modelo turístico del futuro como ejemplo de lo que no hay que repetir. La costa embadurnada de cemento, las playas atestadas de gente y de desperdicios, presión inmobiliaria y turistas que restringen su gasto a los meses estivales, entre otros muchos etcéteras. Es el modelo de sol y playa, agotado para algunos, desplazable a otros países con expectativas de subirse al tren del turismo de masas, para otros.

Entre medias, alza tímidamente la voz en España el turismo sostenible. El término cansa, entre otras cosas por la retahíla de sectores que se han vestido de marketing 'verde'. En realidad, existen bien pocos cuyo valor añadido sea el respeto del entorno y de los recursos, aseguren buenas condiciones laborales y aporten beneficios económicos a largo plazo. La iniciativa de Planeta Sostenible entra en esta escasa lista.

Esta plataforma turística on-line quiere ser promotora de otro turismo. Uno en el que "nos hemos quitado muchos clientes potenciales, hemos querido ser muy estrictos, existe mucho lavado verde", explica Ainhoa Perez-Moreiras, directora general de la empresa. El suyo es un proyecto amasado en la cabeza desde hace una década. Tras diez años en el sector turístico convencional, ha lanzado este proyecto, en plena crisis económica. Lo que todos le decían que era un suicidio, empieza a enganchar clientes. Por el momento, todos en América Latina, "donde el turismo sostenible no es el futuro, es el presente", añade. Costa Rica ha logrado la cuadratura del círculo, un modelo en el que los ingresos están pensados a largo plazo y sin hipotecar los impresionantes recursos naturales del país.

Por el momento, Planeta Sostenible ofrece promoción a hoteles de este país, de Nicaragua, de Ecuador y de México cuyos servicios sostenibles están certificados por organismos nacionales. El valor añadido no son las estrellas, sino el respeto de la biodiversidad, la promoción del empleo local, el uso de materiales locales para la construcción de los hoteles y el consumo de alimentos de la zona. Algunos de estos establecimientos incluso generan su propio abono con los deshechos orgánicos, instalan paneles solares y fabrican repelentes contra mosquitos y champú orgánicos. La empresa espera ampliar su cartera de clientes con la organización de programas de viaje, transporte y actividades.

La de Planeta Sostenible no quiere ser una iniciativa para concienciados. "No queremos ponerle una etiqueta", explica Perez-Moreiras. Todos caben, si bien por el momento Reino Unido, Alemania y los países nórdicos llevan la voz cantante en la demanda de este nuevo tipo de turismo. España está a la cola. También por ello la gestión de la compañía es más estimulante. "No tengo competencia directa en España", añade.

De un plumazo aleja Moreiras la falsa impresión de que este tipo de turismo encarece los precios. "El uso de materias primas locales y de reutilización de los recursos repercute en los precios para bien a largo plazo". Eso es precisamente la sostenibilidad, romper con la visión cortoplacista de la economía.