'Txeroki', que iba vestido con un polo de rayas y se ha mostrado sonriente a la decena de amigos y familiares que se encontraban en la sala de vistas, se ha negado a ponerse en pie por dos veces para declarar, por lo que la presidenta del tribunal le ha enviado al habitáculo blindado tras advertirle de que desobedecer sus órdenes podría conllevarle sanción. "Ahora ya si quiere puede estar sentadito, lo que quiera", le ha espetado Murillo.
El ex jefe militar de ETA, que ha comenzado una pequeña intervención en euskera que no ha llegado a ser traducida para justificar su negativa a declarar, también ha solicitado a su abogada, Haizea Ziluaga, que renunciara a defenderle, por lo que ésta no ha realizado ninguna pregunta. El fiscal, Pedro Rubira, ha formulado las suyas para que consten en el acta del plenario.
El etarra se ha sentado este miércoles por primera vez en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional, donde se enfrenta a una pena de 15 años de cárcel por enviar en enero de 2002 un paquete bomba al presidente del Consejo de Administración del Grupo Correo, Enrique Ybarra Ybarra.
La Sección Cuarta de la Sala de lo Penal le juzga por un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa, ya que el artefacto fue interceptado y desactivado por agentes de la Ertzaintza.
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