"Mi hermano pesa 90 kilos y uno solo no le pudo hacer desaparecer; hay otro más"

Roberto García, desaparecido en Casarrubios (Toledo) / Europa Press
Roberto García, desaparecido en Casarrubios (Toledo) / Europa Press

La familia de Roberto García quiere llegar hasta el final sobre su desaparición. No creen que el único detenido hasta el momento haya actuado solo. Su ausencia sigue siendo un misterio. Hace tres meses se le vio por última vez en el bar al que acudía muchas tardes con dos amigos en Casarrubios del Monte (Toledo). Un día después su coche apareció en El Álamo, donde vive uno de sus hermanos, Manuel. "Me extrañó que estuviera por la zona sin avisarme, pero como habían estado sin agua en su pueblo pensé que vino a por ella", relata. Aún así llamó a su cuñada para que acudiera a casa de su hermano "el solterón" para comprobar que todo estaba bien. No respondió nadie. Al día siguiente el coche seguía allí "abandonado" y se dirigieron a la Guardia Civil. La causa ahora está bajo secreto de sumario.

"Mi hermano pesa 90 kilos y uno solo no le pudo hacer desaparecer", asegura Manuel García. Ahora todo su empeño está en hacer un llamamiento para "todos los que seguro han visto u oído algo y para ellos no es importante pero para la investigación lo puede ser". Hace mención sobre todo a los ciudadanos de El Álamo, donde el detenido por la desaparición de Roberto, y que ya se encuentra en prisión provisional sin fianza, vivió durante ocho años. "En Casarrubios le conocen menos, pero aquí muchos saben que es un hombre muy solitario, que no tiene contacto alguno con sus familiares".

Eso mismo nos relataba hace unos días la encargada del bar Arrope donde alguna mañana "sobre las siete" acudía con "el mono de trabajo" para tomarse "un café y alguna copa de anís" y se ponía a jugar "a las máquinas tragaperras". Casi siempre iba solo y no tenía amigos conocidos. El destino ha querido que ese bar, pero ya por la tarde, también fuera el destino del ahora desaparecido, aficionado a los toros y al fútbol. En Arrope celebró la fiesta con la familia cuando llegó la fecha de su jubilación. Era un trabajador en el ayuntamiento.  

Sí le conocían algo más los vecinos de El Álamo. Algunos cuentan que "mientras en la televisión aparecía la noticia de la desaparición de mi hermano el empezó a decir que era su vecino", relata Manuel a La Información. En la localidad trabajaba "haciendo ñapas" con algunas cuadrillas. 

Manuel insiste en recordar que la investigación que está llevando a cabo la Guardia Civil es excepcional y que ahora solo les queda esperar: "Somos una familia religiosa y la esperanza es lo último que perdemos". Tiene claro que el posible móvil de la desaparición de Manuel es "el robo". Días después de verle por última vez el detenido habría sacado dinero en un cajero con su tarjeta de crédito. 

Agentes de la Guardia Civil con perros adiestrados del Servicio Cinológico estuvieron siete horas en el piso del detenido el mismo día que Roberto cumplía 64 años, desde el que se ve la casa baja donde vive un hombre "que no tenía enemigos ni problemas con nadie". La familia descarta así desde el primer momento el ajuste de cuentas porque "no tiene problemas de ningún tipo ni miedo de nada", destacan. "Vamos por buen camino", se dice a sí mismo Manuel con la esperanza de poder encontrar a su hermano".

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