Un alud de partidos puja en Túnez por un hueco en Asamblea Constituyente

  • Las primeras elecciones libres a una Asamblea Nacional Constituyente desde 1956, que se celebran en Túnez el próximo domingo, contarán con un total de 1.521 listas electorales, de las cuales, salvo alguna excepción, destacan sólo las que cuentan con una trayectoria política significativa.

Miguel Albarracín

Túnez, 19 oct.- Las primeras elecciones libres a una Asamblea Nacional Constituyente desde 1956, que se celebran en Túnez el próximo domingo, contarán con un total de 1.521 listas electorales, de las cuales, salvo alguna excepción, destacan sólo las que cuentan con una trayectoria política significativa.

Entre los 111 partidos políticos legalizados, han presentado candidaturas en todas las 33 circunscripciones electorales sólo aquellos que también han destacado en los sondeos celebrados hasta la fecha.

En estas encuestas, los favorecidos han sido el partido islamista moderado Movimiento Al Nahda, el centrista Partido Democrático Progresista, el socialista Fórum Democrático por las Libertades y el Trabajo (FDLT), la coalición del Polo Democrático Modernista (PDM), encabezada por el Movimiento Atajid, y el Consejo Por la República (CPR).

Los candidatos de Al Nahda derrochan energía en los mítines que celebran casi a diario en sus respectivas zonas, recorren las calles distribuyendo propaganda y piden el voto puerta a puerta, sobre todo en los barrios desfavorecidos y en los pueblos del interior.

Desde el inicio de la campaña electoral, Al Nahda ha insistido en su compromiso "con la coexistencia y el consenso, sin exclusión ni discriminación" y en su apoyo a la denominación de un gobierno de unidad nacional que sea elegido por la Asamblea Constituyente.

Asimismo y especialmente tras los recientes disturbios protagonizados por los sectores islámicos más rigoristas, Al Nahda ha intensificado sus mensajes contra la violencia y ha insistido en que nunca obligará a las mujeres a vestir el hiyab (pañuelo islámico) y en que se sienten próximos del modelo de Turquía.

La tensión fomentada por los fanáticos religiosos, que han atacado cines y un canal de televisión, ha obligado también al resto de partidos a replantear su estrategia y aclarar sus posturas ante el electorado.

Para el fundador del PDP, Nayib Chebbi, su partido se sitúa en "la corriente de fuerzas modernistas" que compite con "la corriente islamista", de la que asegura que es "ideológica y que quiere institucionalizar una ideología de Estado".

Según Chebbi, su partido promueve "una coalición con las fuerzas progresistas del FDLT, el PDM y otros partidos representados" en la próxima Asamblea Constituyente.

En declaraciones publicadas en la prensa local, Chebbi aseguró que él "no ve la necesidad de apoyar un gobierno de unión nacional" y explicó que no formaría parte de él porque dice querer mantener "una distancia con los islamistas" con quienes no comparte "en absoluto su proyecto".

Por su parte, el líder del Fórum Democrático por las Libertades y el Trabajo, conocido como el Etakatol, Mustafá ben Yafar, se ha mostrado también a favor de apoyar un gobierno de "interés nacional, cuya composición deberá ser resultado de un consenso lo más amplio posible" para evitar una "bipolarización".

Durante su última conferencia de prensa, Ben Yafar agregó que está "contra un gobierno de tecnócratas, aunque los necesitemos, porque la responsabilidad política debe recaer en los políticos".

Por su parte, el presidente de Consejo Por la República (CPR), Moncef Marzouki, considera que después de las elecciones "forzosamente" deberá hacer alianzas "porque ningún partido obtendrá la mayoría".

En este sentido, descartó cualquier alianza con el PDP de Chebbi, aunque no descartó pactar con Al Nahda, el FDLT "u otros grupos emergentes con los que se pueda construir algo estable".

En su programa político el CPR defiende, entre otras cosas, "reformas profundas en la Justicia para que su independencia sea real" y en las fuerzas de seguridad "para modernizar la Policía".

Más allá de estas fuerzas políticas, entre los partidos de reciente creación han llamado la atención un pequeño puñado como La Unión Patriótica Libre (UPL) o el partido Majd, por diversas razones.

La UPL, del joven empresario Slim Riahi, ha alcanzado notoriedad en pocos meses gracias a una agresiva y millonaria campaña publicitaria, lanzada a nivel nacional, con numerosos carteles de enormes dimensiones.

El coste de su campaña acabó convirtiéndose en tema de debate en el seno de la Alta Instancia para protección de los objetivos de la revolución y a raíz de estas discusiones se introdujeron varias medidas para evitar desigualdades en la campaña.

Por su parte, el Partido Al Majd, del exiliado Abdelwahab el Hani, ha logrado la popularidad basando su campaña en una intensa campaña de campo extendida por todo el país.

Junto a las listas de los partidos, concurren 660 listas independientes (un 45% del total).

Entre ellas destaca la denominada "El camino de la paz" presidida por el abogado Abdelfatah Moro, que se escindió de Al Nahda, y cuya popularidad se vio disparada tras presentar el pasado mes de agosto durante el mes musulmán de ramadán un programa televisivo.

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